PONTEVEDRA 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
Medio centenar de vecinos de la parroquia pontevedresa de Tomeza se concentraron hoy ante el Ayuntamiento capitalino, hasta donde trasladaron botellas y garrafas conteniendo aguas residuales, para protestar por que sus viviendas no están conectadas al alcantarillado.
'Para o alcalde, mostras fecales moi cheirentas' ('Para el alcalde, muestras fecales muy malolientes') escribieron los vecinos en las etiquetas de las botellas, que llenaron en las fosas sépticas de sus casas.
Los afectados son 120 personas que habitan 36 viviendas de los núcleos rurales de Gesteu, Lusquiños y El Marco, que limitan con el casco urbano de Pontevedra y dicen sentirse "marginados, despreciados, ignorados y boicoteados por la administración municipal".
El portavoz del colectivo, Alejandro Lorenzo, aseguró que todos disponen de licencias municipales y que las obras ya están hechas, pero no acaban de entender por qué el ayuntamiento no realiza de una vez por todas la conexión de sus casas a la red general de alcantarillado.
"Llevamos más de dos años de promesas incumplidas descaradamente a base de trampas", señalaron los vecinos que negaron rotundamente la explicación que dio a esta movilización el concejal de Urbanismo, Cesar Mosquera, en el sentido de el Partido Popular ordenó a uno de sus militantes que no permita que la obra pase por su finca.
"Eso es otra mentira más, porque la finca de ese señor quedó descartada hace mucho tiempo de las alternativas para solucionar este problema", recalcó Alejandro Lorenzo, al tiempo que aseguró que "entre los afectados hay personas de diferente signo político, pero nadie del PP ni del BNG ni del PSOE vino a interesarse por nuestro problema". Los vecinos concluyeron que "la guerra contra el ayuntamiento no ha hecho más que empezar".