De la Vega ve al PP en "ruinas" y avisa de que su estrategia "suicida" le lleva al "aislamiento"

Actualizado: martes, 10 octubre 2006 2:01


BARCELONA, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró ayer que el PP "se empeña en ver y anunciar decrepitud y ruinas" porque lo que está manifestando son "las ruinas de su propio mundo, su desolado vacío y su desolador agotamiento interno". Para De la Vega, la estrategia "catastrofista" del PP es "suicida" y conduce al "aislamiento" del partido en el Congreso, pero también de sus líderes respecto de la realidad española.

De la Vega participó ayer en el foro Tribuna Barcelona, donde, en el marco de la conferencia 'España avanza, Catalunya progresa', reiteró la apuesta por un pacto de Estado sobre inmigración al que el PP ya ha manifestado sus reticencias. Para la vicepresidenta, ante el reto de la inmigración "no hay fórmulas mágicas, sino respuestas a largo plazo" en las que el Gobierno quiere contar con "el consenso de todos" por tratarse de una cuestión que "trasciende las legítimas diferencias de criterio".

Así, De la Vega iniciará esta semana la ronda de contactos con todas las fuerzas posibles para intentar llegar a consensos para afrontar la inmigración "desde una perspectiva global" que contemple el control eficaz de las fronteras, la lucha contra las redes de inmigración ilegal y la cooperación con los países de origen.

La vicepresidenta sostuvo que "el ruido ambiental no es buen consejero de la capacidad reflexiva" y reprochó al PP que se convierta en abanderado de la "política del ruido" y redunde en la "escenificación y una gesticulación tan frenética como vacía de contenido".

A juicio de De la Vega, tras el "ruido" se pretende ocultar "el angustioso silencio en propuestas reales y la falta de argumentación reflexiva" y criticó que se recurra a los "miedos sin fundamento alguno".

La vicepresidenta consideró fundamental contar con una oposición "responsable, reflexiva, serena, seria y rigurosa" como "condición básica de higiene democrática".

Por ello, sostuvo que la "estrategia catastrofista es suicida" y que el recurso al miedo, "sobre todo cuando es evidente que carece de fundamentos, acaba por pasar factura y no puede mantenerse eternamente sin resultar poco verosímil e incluso un tanto pueril".

De la Vega defendió la concepción política del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero frente al "conservadurismo del miedo", que es "visceralmente contrario a la igualdad" y avisó de que la cohesión "basada en mantener las cosas como están es frágil, empobrecedora y profundamente débil".

DEFENSA DEL ESTATUT

La vicepresidenta criticó en este sentido las diferentes posturas del PP frente al debate territorial y defendió que "muy a pesar de sus palabras, la oposición ha demostrado con hechos que los procesos de reforma estatutaria están siendo positivos".

De la Vega recordó que todas las reformas estatutarias tienen "líneas maestras comunes" que pasan por el reconocimiento de nuevos derechos, plasmar señas identitarias o peculiaridades específicas, profundizar en el autogobierno --tanto en plano organizativo como competencial--, acentuar la corresponsabilidad fiscal y fortalecer los mecanismos de cooperación.

"Lo que no se entiende es que esto valga en unos casos y no en otros. Lo que no se entiende es que se defienda para unos territorios y se niegue para otros", dijo.

ELECTORALISMO DEL PP CON EL MODELO TERRITORIAL

De la Vega admitió la legitimidad del PP para llevar el Estatut al Tribunal Constitucional pero atribuyó esta decisión a una "incoherencia manifiesta fruto, sin duda, bien del puro prejuicio, bien del mero cálculo electoral, o de ambas cosas a la vez".

Para la vicepresidenta, "los discursos altisonantes asentados en la desconfianza pierden todo atisbo de credibilidad" y proclamó que "el Estatut es bueno para el conjunto de España". El Estatut, dijo, "representa una nueva etapa de colaboración justa y equilibrada con la que todos saldremos ganando" y "se ajusta" a la Constitución.

Añadió además que "no hay una España democrática sin una España plural" y concluyó que "sólo la España plural es la España de todos, en la que todos podemos reconocernos como iguales respetando la diferencia". Una vez finalizado el proceso estatutario en Catalunya, dijo, se debe iniciar "un nuevo tiempo centrado en políticas concretas de progreso y avance social".

POLÍTICA EXTERIOR

Por otra parte, la vicepresidenta se refirió a la política exterior del Gobierno y reivindicó la apuesta por la "esperanza" para construir la paz en base al derecho internacional, el multilateralismo activo, el reforzamiento de las instituciones internacionales y la diplomacia.

En este sentido, señaló que España, "como potencia media", debe ser consciente de que su capacidad de influencia reside en lo que definió como "poder blando" y que constituye "la credibilidad de nuestras acciones unida al atractivo de los valores que promovemos", lo que repercute en "autoridad y prestigio".

Se trata, dijo, de "una política exterior comprometida con la defensa de la paz" y señaló que "la promoción de un sistema global de justicia es un instrumento fundamental en la lucha contra la amenaza del terrorismo internacional". Así, De la Vega destacó que la política exterior española está "contribuyendo a dotar de un perfil propio muy positivo a la acción exterior de la Unión Europea"