SAN SEBASTIÁN, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más de una veintena de víctimas de ETA, el GAL y el Batallón Vasco Español (BVE), el régimen franquista y otros grupos, participantes en la iniciativa 'Gleencree', auspiciada por la Dirección de Atención a Víctimas del Terrorismo del Gobierno vasco, reclaman "el reconocimiento del daño causado y la asunción de responsabilidad por parte de todos los perpetradores de la violencia injustamente padecida por tantas personas".
En una rueda de prensa en San Sebastián, Galo Bilbao, Julián Ibañez de Opacua y Carlos Beristain, coordinadores de 'Gleencree' han explicado que esta iniciativa se ha desarrollado en los últimos cinco años con encuentros entre víctimas de distintos tipos de violencia en el pueblo irlandés con ese nombre, para dialogar e intercambiar experiencias, lejos de Euskadi en un contexto que permitiera "romper con las inercias del día a día y ofreciese la discreción necesaria".
Han tomado parte en 'Gleencree' 27 víctimas como Mari Carmen Hernández, viuda del concejal del PP en Durango Jesús María Pedrosa, asesinado por ETA el 4 de junio de 2000, Arantxa Lasa, hermana de Josan Lasa Arostegi, secuestrado y asesinado por la Guardia Civil, o Ana Merquelanz, hija de Martín Merquelanz, taxista de Irún asesinado por el Batallón Vasco Español en 1978.
Todas ellas aspiran "a una convivencia pacífica, respetuosa y constructiva en el seno de una sociedad plural, libre y justa".
"Para el logro de esta aspiración social son deseables y necesarios los gestos de reconocimiento del daño causado y la asunción de responsabilidad por parte de todos los perpetradores de la violencia", ha indicado Hernández.
Además, ha indicado que las víctimas aspiran a una "convivencia pacífica, respetuosa y constructiva" en el seno de una sociedad "plural, libre y justa".
También ha señalado que con su experiencia en común buscan "una contribución positiva en favor de la convivencia" y ha apuntado que han llegado a "esta conciencia compartida escuchando al otro, dialogando y buscando el encuentro, más allá de divergencias ideológicas legítimas".
Los coordinadores de 'Gleencree' han explicado que tras estos cinco años de trabajo la iniciativa queda disuelta y han animado a la sociedad a realizar su "propia revisión de autocrítica" de lo acontecido "mediante un compromiso ineludible con la verdad y la justicia", porque "sanar las heridas obliga a un proceso que no está exento de tensiones o conflictos".
