BARCELONA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de CiU, Artur Mas, defendió hoy "el respeto" a "todas las sensibilidades y las creencias religiosas" como el "límite" que no debería "traspasar la libertad de expresión", pero destacó que "la violencia nunca es admisible como respuesta" y consideró que "quien practica la violencia no puede reclamar respeto".
Mas consideró que "ante las atrocidades" cometidas en algunos países islámicos como respuesta a las caricaturas de Mahoma publicadas en la prensa europea "sólo queda el rechazo frontal y sin eufemismos". Con un artículo de opinión publicado en 'La Vanguardia' y recogido por Europa Press, Mas entró hoy en el debate desatado a raíz de la publicación de esas viñetas, que han provocado actos de violencia contra embajadas europeas en países musulmanes, con el resultado de varias personas muertas.
Para Mas, "nada justifica la violencia y coacción que ahora imperan en nombre de unos principios que rehuyen la tolerancia y que pretenden achacar a nuestras sociedades, democráticas, airados demonios sin razón".
Por ello, reclamó a "los gobiernos donde se han producido estas agresiones" a embajadas occidentales que "asuman sus responsabilidades", más aún cuando "en algunos casos se trata de gobiernos-dictaduras con un control casi absoluto de sus poblaciones que permiten e incluso animan y practican una intolerancia religiosa opuesta a lo que reclaman para el islam".
PETICIÓN A LOS MUSULMANES CATALANES.
Asimismo, pidió a las "comunidades islámicas catalanas y europeas" que "se pronuncien públicamente a favor de nuestro modelo de convivencia", remarcando que es este modelo y "sistema de valores" basado en "la libertad de expresión así como en el respeto" el que ha permitido "la integración de millones de musulmanes" en las sociedades occidentales.
Pese a subrayar que no se puede "aplaudir de ninguna forma la publicación de las caricaturas del profeta Mahoma", Mas consideró que una ofensa de este tipo puede comportar "una rectificación, una dura crítica" e incluso "manifestaciones de protesta" pero nunca actos violentos.
Aunque insistió también en exigir "un ejercicio responsable de la libertad de expresión, que debe incluir el respeto a todas las sensibilidades y creencias", Mas consideró que "una ofensa en clave caricaturesca, aun siendo grave, no justifica la violencia".
"Cuando se ofende a alguien, sea un individuo o una comunidad, hay que saber disculparse. La libertad de expresión no es recortable, aunque, como toda libertad, tiene unos límites que no se deben traspasar; el límite radica en el respeto que nos debemos unos a otros. La violencia no es admisible como respuesta a la ofensa. Quien practica la violencia no puede reclamar respeto", concluyó Mas.