PRADA DE CONFLENT (FRANCIA), 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El voto inmigrante, el traspaso de las competencias del Aeropuerto de El Prat al Gobierno catalán y el desarrollo del Estatut centraron el debate sobre el estado de la política catalana celebrado en la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), en Prada de Conflent (Francia).
El evento contó con las participaciones todas las formaciones políticas, menos el Partido Popular. Los ponentes fueron el conseller de Economía del Partido Socialista de Catalunya (PSC), Antoni Castells; el portavoz parlamentario de Convergència i Unió (CiU), Felip Puig; el secretario general de ERC, Joan Puigcercós y el portavoz parlamentario de ICV, Joan Boada, valoraron el estado de la política.
ANTONI CASTELLS (PSC): "CATALUNYA PUEDE ESTAR ORGULLOSA DE SÍ MISMA".
Castells aseguró que su partido ha conseguido "los resultados fundamentales" y que en ese sentido "Catalunya puede estar orgullosa de sí misma". Animó a los asistentes animó a "reivindicar la herencia política de Maragall".
Aseguró también que el Estatut, aunque algunas formaciones estuvieran contra él, es ahora "de todos" y se debe "sacar partido" de éste. Aseguró que las gestión de El Prat es una "prioridad" para su partido, ya que se basa en un modelo "antifuncional y anacrónico".
Por último, llamó a evitar la "demagogia con el tema de la inmigración" y no buscar aprovecharse "con fines electorales". Explicó que su formación pretende "no abordar la cuestión con falsas ingenuidades" y que "una de las condiciones que se deberían cumplir es la voluntad de arraigo", pero no explicitó qué fórmulas deberían aplicarse para demostrarlo.
FELIP PUIG (CIU) LAMENTA UN "CUÁDRUPLE FRACASO" CON EL TRIPARTIT.
Puig consideró los dos últimos años y medios de gobierno de la Generalitat como un "cuádruple fracaso" y criticó la gestión del Presidente de la Generalitat y ex alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, asegurando que "ha fracasado el modelo de los ex alcaldes socialistas" que "creen que gobernar un país es igual que gobernar un ayuntamiento".
En respuesta a las críticas porque CiU no reformó el Estatuto en su legislatura, Puig aseguró que "sólo era posible aprobarlo con el partido socialista en el gobierno" y añadió que aún así resultaba complicado pues "no todo el PSOE estaba de acuerdo" con el nuevo Estatut.
Sobre la propuesta de voto para los inmigrantes, Puig aseguró "los derechos políticos no se regalan", aunque su formación tampoco pretende negarlos. Aseguró que "deben hacerse políticas de integración" para no poner en peligro "el estado del bienestar"
JOAN PUIGCERCÒS (ERC).
Puigcercòs señaló cuatro grandes retos que el texto estatutario había dejado por resolver: la deslocalización industrial, el acceso al mundo laboral de los jóvenes, la inmigración y la preservación de la identidad catalana. Tras esto, el secretario general de ERC sentenció que "el Estatut, que debía ser una caja de herramientas" queda reducido a "una fase potencial".
Puigcercòs aseguró que la crisis de el aeropuerto de El Prat evidenció que "a la hora de la verdad" Catalunya no decide "nada" y reconoció que "el principal fracaso" es que no las formaciones catalanas no tuvieron "un modelo unitario frente a los recortes".
Sobre la problemática de la inmigración, Puigcercòs aseguró que su partido pedirá la comparecencia de los responsables de los flujos migratorios y demandó una explicación sobre "las personas que llegan a Canarias todos los días y nadie sabe qué pasa con ellas".
JOAN BOADA (ICV): "LA COALICIÓN NO HA ACABADO DE FUNCIONAR BIEN".
Por su parte, el portavoz parlamentario de ICV, Joan Boada, reconoció que la coalición del tripartito "no ha acabado de funcionar bien", pero aseguró que si en las elecciones autonómicas del próximo 1 de noviembre se produce un pacto 'socioconvergente', "sería uno de los fraudes más importantes que podría tener el país".
El portavoz parlamentario de ICV pidió se desarrollaran de "inmediato" aquellos elementos "que ya están en el Estatut" y aseguró que El Prat estaría "mucho mejor gestionado por la Generalitat, totalmente seguro".
Boada insistió en la crítica a CiU sobre su posición respecto al voto inmigrante y de nuevo tachó de xenofoba a la formación. Aseguró que "los derechos no se piden, sino que se exigen" y reiteró que su partido lleva haciendo esta petición desde 1995.
