Actualizado: sábado, 18 noviembre 2006 23:50


MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la reunión del Comité Federal del PSOE, se comprometió "por encima de todo" a intentar sacar el proceso de paz adelante, según aseguraron fuentes socialistas. En el discurso inaugural del encuentro, Zapatero dedicó unas breves palabras a la situación en el País Vasco y apostó por el diálogo para poner fin al terrorismo de ETA pero siempre "desde la fuerza de la legalidad". El presidente se refirió además al vídeo del PP sobre seguridad asegurando que "se oponen tanto y a todo que se oponen incluso a su propia gestión y no nos extrañaría que convocaran una manifestación contra la guerra de Irak".

Durante su intervención en el discurso inaugural, el presidente del Gobierno eludió referirse al nuevo tripartito catalán ni al que será su presidente, José Montilla. Sí que habló sin embargo de las reformas estatutarias, a las que defendió vivamente asegurando que, "lejos de hacer que España descarrile", representarán "una nueva etapa de progreso". En esa línea, criticó "los vaivenes del PP", con el "no" en Cataluña bajo el grito de "se rompe España" y el "sí" en Andalucía a la realidad nacional, que pone de manifiesto que el principal partido de la oposición "no tiene ni idea de España, al menos de la España de hoy".

El presidente se refirió brevemente al proceso de paz en el País Vasco, sobre el que apostó una vez más por el diálogo, pero siempre "desde la fuerza de la legalidad". "Abordamos con determinación, responsabilidad y rigor la oportunidad de poner fin a décadas de violencia terrorista en nuestro país, por medio del diálogo, sí, pero siempre desde la fuerza de la legalidad y el respeto y la máxima consideración a las víctimas", dijo Zapatero. Según aseguraron fuentes socialistas, en su discurso de clausura de la reunión, el presidente dijo que por encima de todo "va a seguir intentando" que salga adelante.

En rueda de prensa al finalizar el encuentro, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, explicó que "durante la reunión Zapatero había puesto de relieve que el Gobierno tiene la determinación de acabar con el terrorismo".

FIRMEZA

López fue el primero en tomar la palabra tras la intervención de Zapatero y proclamó que "la paz no vendrá de la mano de la territorialidad ni la autodeterminación" y pidió que "se hagan oídos sordos" a la petición de poner fin al proceso porque significaría "volver a la situación anterior, es decir, a los atentados". López resumió la actitud del PSE en que "somos tan firmes en la apuesta de la paz como firmes en la apuesta de la paz como firmes en la apuesta para defender el Estado de Derecho".

Además, casi todos los que tomaron la palabra aprovecharon para ratificar su apoyo al Ejecutivo y al PSE en esta tarea y para criticar el uso partidista que en su opinión hace el PP del proceso de paz.

Aunque el proceso de paz fue un tema importante, no fue el único. En su discurso inaugural, el líder socialista tuvo también unas palabras para el vídeo de seguridad del PP, que incluía imágenes de la legislatura en la que los populares gobernaban, comentando que "se oponen tanto y a todo que incluso se oponen a su propia gestión", poniendo vídeos de cómo estaba la seguridad ciudadana.

Por eso, hizo una llamada a "pensar bien" e interpretarlo como una autocrítica con un retraso de tres años puesto que admiten que dejaron abandonada la seguridad ciudadana. "Nos hubiera gustado que hubieran comenzado por Irak, pero después del vídeo no nos extrañaría que convocaran una manifestación contra la guerra", dijo.

LOS VALORES DE LA CAMISETA

En otro orden de cosas, a los candidatos del partido para las elecciones municipales y autonómicas, Zapatero recordó que "la camiseta del PSOE" les obliga a defender los valores del partido en toda España. "Los aspirantes socialistas son candidatos a gobernar para todos y deben conseguir la confianza de los que no han votado al PSOE", subrayó.

Zapatero les dijo que en muchos lugares de España están esperando "como agua de mayo" un cambio en las prioridades y en la forma de hacer política que siempre implica el acceso a los socialistas a los gobiernos.

El presidente terminó su discurso triunfalista y lleno de datos y cifras sobre todos los aspectos de su gobierno asegurando que "el rumbo de España es claramente positivo en lo económico, en lo social, en el empleo, en el avance de las políticas sociales, en la extensión de derechos y libertades y en la extensión de la cultura".

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