Zapatero dice que el proceso de paz será largo, difícil, y requerirá a todos los partidos

Actualizado: domingo, 19 febrero 2006 9:46


MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que el posible proceso de pacificación será "largo", tendrá "momentos difíciles" y "requerirá el concurso de todas las fuerzas políticas", de forma "singular y especial" del PP.

"Esto no es cuestión ni de un día, ni de un mes, ni de un año.

Puedo añadir con sensatez que esto nos llevará años y que, sin duda, habrá momentos difíciles. No tenemos prisa. Yo creo que sería un error histórico", explica el presidente en una entrevista que el diario ABC publica en su edición de hoy domingo, recogida por Europa Press.

"Esto exige mucho tiempo, mucha maduración de las cosas, mucha persuasión en la confianza de lo que representa o puede representar un horizonte de paz. Y el Gobierno, pero especialmente el conjunto de las fuerzas políticas, todas, y subrayo todas, tenemos que estar pensando en un horizonte de tiempo amplio y, sobre todo, en una política de Estado", añadió.

En este sentido, se refirió al PP para asegurar que se le "necesita" en este proceso. "Necesitamos al PP. Esto es objetivo, es así, y yo soy consciente. Lo necesita el Gobierno, lo necesita el Estado y lo necesita el país para afrontar un proceso de fin de la violencia".

Por ello, asegura que realizará el "máximo esfuerzo" para buscar el concurso del PP y avanza que "probablemente" establecerá contactos con su presidente, Mariano Rajoy.

"NI PRECIO, NI HIPOTECA, NI SUBASTA".

En la entrevista Rodríguez Zapatero insiste en que la apertura de ese proceso no supondrá "intercambios" con la banda terrorista. "No hay nada de eso", asegura.

"Sería una falta de visión con perspectiva de lo que tenemos por delante si alguien plantea esto como precio, o si se habla de precio, me da igual que sea precio político o de 'paz por presos'. No hay ni precio, ni hipoteca, ni subasta. Aquí sólo hay un camino, que es la democracia y la legalidad", apuntó el presidente.

Respecto a su convencimiento sobre un eventual proceso de paz, apunta que parte de la información con que cuanta, obtenida "a través de los canales habituales de que dispone un Gobierno" y que, según subrayó, "es lógico que se preserve porque afecta a la seguridad del Estado".

"Yo no pido un acto de fe. Lo que quiero es que los españoles sepan que trabajo con todas mis fuerzas por el objetivo de acabar con la violencia, porque es mi deber y creo que existen unas condiciones mejores que en los últimos treinta años", abundó.

NECESIDAD DE COMUNICADO.

Preguntado si para abrir el proceso haría falta un gesto público o una declaración de la banda, Rodríguez Zapatero señala que aunque así ha sido tradicionalmente, no se debe "trasladar a la situación actual los esquemas de otras ocasiones históricas que no llegaron a buen puerto".

"Cuando el Gobierno considere que hay elementos suficientes que nos hagan tener conciencia seria, rigurosa, de que es posible ver el fin dialogado de la violencia, comparecerá en el Parlamento", añadió.

Preguntado sobre si no tendría por qué ser necesariamente una declaración escrita, el presidente volvió a pedir calma, serenidad y prudencia.

"Quiero decir que tenemos que tener calma y serenidad. Y el Gobierno, ante todo, muchísima prudencia, sabiendo que la expectativa está, que mi compromiso es trabajar a fondo en esa expectativa en todos los frentes y que, cuando el Gobierno considere que existen las condiciones, lo trasladará a las fuerzas políticas y al Parlamento como corresponda, para que ese proceso pueda culminar adecuadamente", declaró.

El jefe del Ejecutivo insistió en subrayar que se trata de "una circunstancia nueva" ante la que el Gobierno "tiene tres cosas claras": "trabaja con una expectativa que cree posible, no me atrevo a decir con qué grado de probabilidad, que si llega compareceré en el Parlamento y pediré su autorización para el proceso determinante y decisivo y que, por su puesto, ello exigirá el concurso de todas las fuerzas políticas, y de forma especial y singular, del PP", detalló.

CRITICAS DE LAS VICTIMAS.

En la entrevista, Rodríguez Zapatero se refiere también a las críticas que parte de los colectivos de víctimas han vertido sobre su política para afirmar que respeta sus opiniones. "Humanamente puedo comprender todo, todo lo que algunas dicen y sienten, pero mi responsabilidad como presidente de Gobierno es terminar con la violencia", añadió.

Además, el jefe del Ejecutivo manifiesta su intención de mantener la figura del Alto Comisionado para las Víctimas tras la dimisión anunciada por Gregorio Peces-Barba, dado que "es un hecho más de consideración, de respeto y de apoyo a las víctimas".

"Nombraré a otra persona y buscaré que tenga un grado de consenso amplio, por lo menos que sea bien aceptada, también en el PP, aunque el nombramiento corresponde al Gobierno, y que pueda trabajar en buena sintonía con las víctimas porque necesitan un apoyo casi continuo y diario, más allá de las prestaciones económicas y de lo que las leyes establecen", concluyó.