Zapatero dice que la sociedad española es "muy kennedyana" desde la transición

Actualizado: lunes, 20 noviembre 2006 18:37

BARCELONA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó hoy su convencimiento de que la sociedad española es "muy 'kennedyana'" desde la transición democrática en aspectos como el proyecto de país, la democracia social y su compromiso cívico. Zapatero hizo esta reflexión durante su intervención en el foro Tribuna Barcelona, donde proclamó que España se encuentra en "el mejor momento de su historia contemporánea".

Zapatero admitió la "contundencia" de la afirmación, pero le restó "osadía" avalándola con "datos y argumentos". Para Zapatero, esta situación no responde a las "virtudes" de su gobierno ni quiso "regatear mérito a ninguno de los gobiernos anteriores", sino que es fruto de un "éxito colectivo" y de la aportación positiva a la "contribución de todas las generaciones desde que irrumpimos en libertad y la capacidad de forjar consensos sobre cuestiones fundamentales".

El presidente del Gobierno glosó en su discurso las bonanzas de la actual situación económica y subrayó la sostenibilidad de los sistemas de protección social, así como la cohesión territorial real. Asimismo, citó los logros en políticas sociales que sitúan a España como una "sociedad más abierta, plural y tolerante que en cualquier otro momento de la historia, a pesar de residuos francamente minoritarios".

En la misma línea, Zapatero se refirió al superávit de las cuentas públicas por encima del 1% del PIB y destacó que estos resultados sitúan España entre los países "con más potencial para su capacidad de financiación" dentro de la UE y con mejor situación en materia de deuda que Estados Unidos o Japón.

También se refirió a la política exterior de su gobierno, caracterizada por tener "voz propia" y ser "autónoma y respetada en todos los organismos internacionales". Reafirmó su apuesta por la alianza de civilizaciones y señaló a la paz como "la fuerza más poderosa para garantizar el equilibrio del orden internacional, la seguridad y el progreso de los ciudadanos".

Para Zapatero, España "ha de estar en el grupo de aquellos que buscan la solución racional de los conflictos" y citó Irak como ejemplo de "cómo no se deben hacer las cosas".

El presidente subrayó que España "ha sabido desarrollar un proceso de reformas que nos permite funcionar mejor como país e innovar en la forma de ejercer el poder". Defendió el Estado de las Autonomías como un "gran éxito" y se refirió a las reformas estatutarias como un "firme paso para acercar más el poder a los ciudadanos y permitir el progreso de todos y cada uno de los pueblos".

Gracias a este progreso, según Zapatero, se pueden ahora plantear reformas "cualitativas" sin dar "marcha atrás en una convivencia colectiva en paz, igualdad y bienestar".

Así, se fijó como prioridades relanzar las inversiones en I+D, extender la educación a los 18 años, garantizar servicios públicos eficientes y de calidad, resolver la disponibilidad de agua, asegurar la provisión energética y desarrollar un urbanismo equilibrado".

También se fijó como objetivo garantizar la "solidaridad interregional, la colaboración interinstitucional y avanzar en descentralización política; fomentar culturas, identidades y lenguas del país y que "la política discurra sobre el debate de ideas y no de insultos". Algo que, admitió, "es el objetivo más difícil".