MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró hoy convencido de que sus relaciones con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, serán "muy buenas" y que ambos mantendrán encuentros "de manera natural y periódica", en una breve comparecencia en el Congreso para valorar el discurso de toma de posesión del mandatario estadounidense.
Zapatero no precisó cuándo prevé viajar a Washington y recordó que el nuevo presidente tiene una agenda "complicada" pero se mostró optimista sobre las relaciones: "Anticipo y garantizo que van a ser muy buenas, no tengo ninguna duda, y por tanto los encuentros se producirán de manera natural y periódica", manifestó. El presidente admitió no poder ocultar que está "muy contento" porque Obama haya tomado posesión "por fin".
A su juicio, ahora los retos más urgentes para Obama serán la crisis de Oriente Próximo y contribuir a la reforma del sistema financiero internacional. Zapatero aseguró que su Gobierno va a "apoyar de manera muy intensa la tarea de la administración del presidente Barack Hussein Obama". "Hay que apoyar a Obama para que con su tarea apoye y consiga tantas de las cosas que a todos nos gustaría que consiguiera", añadió.
En el plano bilateral, recalcó que sus prioridades en esta nueva etapa estadounidense serán "construir un entendimiento y una acción común con Latinoamérica" y entablar una "colaboración muy especial" en el ámbito de las energías renovables.
Sobre el primer discurso de Obama como presidente, Zapatero quiso destacar que su visión de la crisis económica "parte de una denuncia que tiene gran valor en boca de un presidente de los Estados Unidos, la falta de regulación del sistema financiero" y la denuncia de que el "sistema era poco transparente" y favorecía sólo el "dar prosperidad a los más prósperos".
"Es muy significativa su defensa del gobierno", argumentó el jefe del Ejecutivo, que subrayó además la concepción de Obama de que la política no es, como se defendía "en una etapa que empezó con Reagan", parte del problema, sino "parte decisiva de la solución". Para Zapatero, eso es "un buen principio" para salir de la crisis.
UN DISCURSO "SOCIALDEMÓCRATA"
Así, el presidente opinó que el discurso de ayer tuvo "una seña de identidad socialdemócrata muy pura", aunque precisó que "en términos norteamericanos" ese tono se traduciría como "liberal" --aunque esta palabra en Europa signifique "otra cosa, apostilló--.
En este sentido, consideró que tuvo "un especial valor" la defensa de lo público y del papel del gobierno en un país como Estados Unidos, donde "existe una corriente muy, muy fuerte de cuestionar lo público" y una tendencia a decir "el gobierno es malo, los impuestos son perniciosos, y más "después de una época de tanta fruición por dejar que el mercado funcione en exclusiva, sin ningún tipo de control".
LAS IDEAS POR ENCIMA DE LA FUERZA
Junto a eso, recalcó que en materia de política exterior el nuevo mandatario estadounidense quiere mantener relación con el mundo musulmán y que está apostando por "el diálogo y el entendimiento", por "poner las ideas por encima del poder de la fuerza, aun sin renunciar a ella".
Por todo ello, afirmó que todo el mundo debe "contribuir a colmar" la "gran expectativa" que ha despertado Obama, cuya llegada al poder definió como "uno de los actos democráticos más importantes" de las últimas décadas y "un ejemplo de la fuerza transformadora de la democracia y del poder de las ideas".
GUANTÁNAMO: "SI PODEMOS HACER ALGO, LO HAREMOS"
Zapatero valoró positivamente que una de las primeras decisiones del nuevo presidente esté encaminada al cierre de Guantánamo y aunque destacó que Obama es quien tiene la capacidad y la facultad de hacerlo, añadió que España está dispuesta a colaborar: "Si podemos hacer algo, lo haremos", dijo.
En su opinión, cerrar Guantánamo es una medida "necesaria". "Cuenta con todo el respaldo del Gobierno de españa, Guantánamo nunca debió de existir y espero que se cierre cuanto antes y que nunca vuelva a haber un Guantánamo", agregó.
En todo caso, opinó que una de las tareas más "urgentes" para el nuevo mandatario estadounidense será afrontar el conflicto de Oriente Próximo, sobre todo porque éste se proyecta en otros puntos calientes.
En este sentido, precisó que, cada vez que, como ahora, "se avanza en una expectativa de paz" entre israelíes y palestinos, "se extienden las posibilidades de paz y de tranquilidad en otros sitios" y "se facilita enormemente ese deseo de una relación positiva con el mundo islámico" que ayer expresó el propio Obama.
Para Zapatero, la segunda urgencia es que Obama se implique activamente en la reforma del sistema financiero internacional que se lanzó en la cumbre de Washington a mediados de octubre.
LA REFORMA FINANCIERA, "IMPERIOSA"
"Confiamos en que la Administración de Barack Obama apueste claramente por las reglas multilaterales", explicó, precisando que eso tiene que reflejarse en la reforma del FMI, del Banco Mundial y de toda la arquitectura financiera internacional, que "sigue siendo una tarea imperiosa", aunque ahora se hable menos de ello, para "evitar futuras crisis".
El jefe del Ejecutivo precisó, por último, que una de sus prioridades en la relación bilateral con Estados Unidos será "construir un entendimiento y una acción común" de ambos países "con Latinoamérica", no "hacia" o "para" este continente, donde conviven un gran potencial económico con grandes retos de desigualdad y de estabilidad política.
Y en segundo lugar, dejó claro que se propone entablar una "colaboración muy especial" en política energética y de energías renovables, un ámbito que fue una "tema central en el programa de Barack Obama" y en el que España tiene un desarrollo tecnológico y empresarial de los más avanzados del mundo.
