Zapatero se muestra convencido de que "existen condiciones de autorizar el inicio de los contactos con ETA"

Actualizado: martes, 6 junio 2006 22:52


MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró hoy "convencido" en el Congreso de los Diputados de que "existen condiciones de autorizar el inicio de los contactos con ETA a fin de ver el fin de la violencia". A pesar de ello, destacó que su obligación es que esa propuesta tenga un apoyo "más amplio" o contar al menos "con más comprensión". Por ello, se mostró dispuesto ante el líder de la oposición, Mariano Rajoy "a olvidar" las afirmaciones que ha recibido del PP, pero criticó su "juego hipócrita"

"Merece el máximo esfuerzo de diálogo y entendimiento la paz --dijo Zapatero--. Lo que no merece la paz es romper nada entre los demócratas". De manera excepcional, Zapatero tomó el turno en el Pleno que votará las resoluciones del Debate del estado de la Nación después de que Mariano Rajoy anunciara la ruptura de toda relación con el Gobierno.

El jefe del Ejecutivo se dijo obligado a comparecer por el interés de la materia suscitada por la propuesta de resolución del PP sobre el terrorismo e intentar que "el debate político y la democracia sirvan para buscar acuerdos y consensos y no para proclamar rupturas".

Zapatero expuso que desde la transición el PSOE "nunca ni ha expresado" ni expresará que "rompe relaciones con el Gobierno" en una cuestión que afecta "al Estado, a la vida, a la libertad y a la seguridad de los españoles".

"NO HA ESTADO EN SILENCIO".

Negó que el líder del PP haya estado "tanto tiempo en silencio" como él sostiene, dado que desde la investidura "ejerció una tarea de crítica de control a la política antiterrorista" del Ejecutivo. "No ha estado en silencio", le indicó Zapatero, que aseguró que él, en su etapa de oposición, puso su "firma y su fuerza democrática" al servicio "de ayudar al Gobierno" del PP en la lucha contra el terrorismo, "cada minuto". "Estuvimos en el apoyo incondicional", remachó.

Sobre las críticas que Rajoy dice haber recibido, Zapatero le recordó que hace un año, el presidente del PP le acusó de "traicionar a las víctimas del terrorismo". "Eso es algo más y mucho que una crítica", apostilló.

Eso, prosiguió Zapatero, "por no recordar lo que han dicho ayer y hoy destacados dirigentes de su partido". "Estoy dispuesto a olvidarlo porque sé que es lo que quieren la inmensa mayoría de los españoles, que olvidemos las cosas que han dicho ayer y hoy algunos representantes del PP", manifestó.

No obstante, enfatizó que lo que no está dispuesto a olvidar sus obligaciones. "La primera es salvaguardar la libertad, la seguridad y la vida de los españoles --sostuvo--. Para ello es determinante ver el fin de la violencia de ETA y poder acometer si hay bases sólidas un proceso de paz. Eso no lo olvidaré y voy a cumplir mi compromiso con los españoles".

TREGUA DEL 98.

A continuación, el presidente estableció un paralelismo de lo acontecido en el anterior alto el fuego de ETA, el de 1998, y el actual. Así, indicó que el primero venía de una situación difícil con 33 asesinatos en los tres años anteriores, mientras que ahora la situación es "afortunadamente muy distinta para la esperanza".

Como Rajoy le atribuyó un uso pernicioso de las palabras, Zapatero le preguntó si es que éste cambiaba "en función de quién está en el gobierno". "Eso no es serio ni respetuoso, sino un juego hipócrita", le afeó.

Con estos argumentos, comentó que según las tesis del PP, ahora no se puede hablar "de proceso de paz" aunque antes "sí había", hasta en "los documentos oficiales de la Secretaría General de Presidencia".

Zapatero hizo estas afirmaciones mientras mostraba a la cámara unos textos de la época. "¿Es esto o no hipocresía?", se preguntó.

Zapatero resaltó que entonces "no hubo un sólo debate parlamentario" y que el ex presidente José María Aznar anunció los contactos con ETA sin comunicárselo al PSOE, que sólo supo de ello por un "mensaje en el buzón del móvil" de Alfredo Pérez Rubalcaba.

"No fue en el Parlamento ni en comunicación personal", añadió.

El jefe del Ejecutivo dijo que entonces hubo algunas quejas del PSOE criticando "la forma", pero no "el fondo" y que tampoco trataron de invalidar la "unidad" para que el fin de la violencia fuera un éxito.

"NO DOY LA SEÑAL".

Insistió en que al día siguiente del anuncio de los contactos, Aznar se limitó a responder, sobre estas críticas del PSOE, que si no había habido "medallas antes", tampoco las habría "ahora". Y que el ex jefe del Ejecutivo destacó que la decisión formaba parte de las "intransferibles" del Gobierno. "Yo quiero que eso sea compartido por toda la Cámara, por eso no voy a dar la señal hoy", aseguró Zapatero.

Con estos "antecedentes", Zapatero llamó a Rajoy a "reconsiderar las palabras de la ruptura y apelar al dialogo democrático, a la clarificación de las dudas, al restablecimiento de los compromisos, y a mantener la esperanza firme en el fin de la violencia como mantiene el Gobierno y la inmensa mayoría de la Cámara".

Asimismo, recordó que en esa época el Gobierno se refería a ETA como al "Movimiento de Liberación Nacional Vasco". "¿Por qué tienen miedo a la historia?", preguntó a los 'populares'. "¿Le tienen miedo acaso, a su propia gestión?", insistió.

PRECIO POLÍTICO Y ALTURA DE RESPONSABILIDAD.

Con estos argumentos, destacó que "también" se produjo diálogo "con representantes de Batasuna" cuando "toda su Mesa Nacional estaba en prisión", dando como consecuencia "el acercamiento de 143 presos".

"¿Alguien dijo en algún momento que por hablar, por dialogar, el Gobierno del PP estaba pagando un precio político? --enfatizó--. No se le pasó por la imaginación a nadie porque todo el mundo jugó sería y lealmente".

Zapatero aseguró que los ciudadanos y especialmente las víctimas, que "han sufrido especialmente el dolor criminal de ETA", tienen la esperanza "de ver el fin de la violencia". "Pero por encima de la esperanza, tienen el derecho a ver a sus fuerzas políticas y a sus líderes a la altura de la responsabilidad que merece el pueblo español", advirtió.

Por todo ello, afirmó que "hay bases sólidas para abordar un proceso de paz que nunca tendrá precio político". "Cualquiera que lo afirme, mentirá en esta tribuna", avisó, incidiendo en que este proceso "exige el concurso de todos" y que todos tienen "deberes en esta tarea", en primer lugar, el Gobierno, que procurará "hacer las cosas lo mejor posible, sin inconveniente en rectificar ni en convocar al diálogo y al entendimiento".