Zaplana culpa a Zapatero y su política territorial de los ataques al PP en Cataluña y de "no hacer nada para impedirlos"

MADRID 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, responsabilizó hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de la agresión de la que fueron objeto ayer en Martorell (Barcelona) los dirigentes del PP Angel Acebes y Josep Piqué. A su juicio, estos episodios tienen su origen en las "tensiones territoriales" fomentadas por el jefe del Ejecutivo, al que acusó además de "no hacer nada" para impedir estas agresiones.

En una rueda de prensa la Cámara Baja tras su reunión con la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, Zaplana denunció que "el Gobierno no está garantizando las condiciones mínimas se exige una democracia para que las personas puedan ejercer sus derechos y libertades fundamentales" y recalcó que "el ejercicio de los derechos es lo que diferencia a una democracia de una dictadura".

"¿Qué está pasando allí? ¿Para que Rodríguez Zapatero se sienta cómodo en Sabadell hacía falta crear ese clima en Cataluña? ¿Hacía falta generar esa tensión territorial en toda España para que él pueda obtener un beneficio electoral o sentirse cómodo?. Sin duda que no", remachó.

Tras lanzar esta serie de preguntas, el dirigente del PP enfatizó que el "responsable claro" de esta situación es el presidente del Gobierno por hacer una política que ha auspiciado siempre el enfrentamiento, el conflicto, la tensión territorial y sucesos de esta naturaleza, que no hace nada por impedir".

Zaplana insistió en que este tipo de episodios son "intolerables" en un "sistema democrático y en un régimen político de libertades" y recordó que los 'populares' son víctimas "ya con demasiada frecuencia" de sucesos como este en Cataluña.

EL GOBIERNO "LO DEJA PASAR"

También hizo hincapié en que "es responsabilidad única del Gobierno el no garantizar el pleno ejercicio de los derechos y libertades básicas de los ciudadanos de esa comunidad" y acusó al Ejecutivo de "dejar pasar" estos incidentes sólo con "alguna crítica leve como si no fuera con ellos".

Ante esta situación, recordó que el PP fue la tercera fuerza más votada en Cataluña en las generales de 2004, la segunda en las europeas y la cuarta en las autonómicas "en igualdad con otras que desde luego no tienen ningún problema para ejercer sus derechos democráticos". "Da pena tener que recurrir a esta obviedades, pero el PP representa a 10 millones de ciudadanos y es la única alternativa al Gobierno del PSOE", apostilló.

Por todo ello, reiteró que es "intolerable" que el PP "tenga que sufrir estos ataques" y que el Gobierno no garantice a los ciudadanos que quieren acudir a sus mítines el derecho a poder hacerlo. "Este es un problema grave que nos afecta a todos. Todos los demócratas tienen que estar preocupados. Las cosas empiezan, pero nunca se saben como acaban", concluyó.