PAMPLONA, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, José Andrés Burguete, advirtió hoy de que no habrá repoblación de osos en el Pirineo navarro "sin el visto bueno" de las juntas de los valles de Amezkoa, Roncal y Salazar, y de los ganaderos.
El consejero hizo esta afirmación antes de participar en una reunión en Pamplona con los presidentes de las juntas generales de los valles de Amezkoa, Roncal y Salazar, con la intención de analizar los efectos "positivos y negativos" que supondrá la introducción de osos eslovacos en el macizo pirenaico, a iniciativa de Francia.
José Andrés Burguete afirmó que el Gobierno de Navarra no iniciará "en ningún caso un procedimiento en la manera que ha hecho el Gobierno francés, ya que su decisión va a tener una afección para el macizo pirenaico en lo que afecta a la vertiente española".
Según el Gobierno de Navarra, "las acciones unilaterales sólo consiguen desvirtuar la tarea de reintroducir el oso, encrespar los ánimos de quienes habitan en esas zonas y sembrar de dudas el futuro inmediato".
En este sentido, el Gobierno de Navarra aprobó el lunes un acuerdo que ya ha traslado al Ministerio de Medio Ambiente español, a las comunidades de Aragón y Cataluña, y a los Ministerios de Medio Ambiente de Andorra y Francia, en el que pone de manifiesto su "preocupación" por la iniciativa francesa "sin una adecuada concertación con las entidades y población local y un marco financiero que permita a las comunidades autónomas pirenaicas afrontar las medidas necesarias de minimización de daños".
Así, el consejero sostuvo que la reintroducción de oso pardo no se debe desarrollar "en ningún caso contra el criterio de los valles" y añadió que "para el Gobierno de Navarra va a ser muy importante la posición que muestren los lugareños".
José Andrés Burguete planteó, como en comparecencias anteriores, la necesidad de llevar a cabo un plan de acción con el Ministerio de Medio Ambiente en el que se determinen la participación que tendrán los valles en la reintroducción del oso, la concreción de ayudas económicas que minimicen los efectos de la repoblación, y la preparación de una campaña de sensibilización entre la ciudadanía.
El consejero indicó que "en este momento lo que necesitamos es conocer la opinión de los lugareños y a partir de ahí establecer medidas económicas que minimicen los posibles efectos que esta reintroducción puede suponer".
En este sentido, Burguete garantizó que el Gobierno de Navarra mantendrá como mínimo las ayudas que ya concedía hasta este momento, cifradas en 75.000 euros anuales. "Tendremos que valorar si es necesario incrementar estas ayudas, tras la reintroducción de osos", apuntó.
Frente a los posibles perjuicios que puede suponer para los ganaderos la repoblación de osos, Burguete reconoció que esta iniciativa supone "un avance en la conservación de la biodiversidad del macizo pirenaico, aunque esta actuación tiene que ser concertada con los lugareños, y hay que establecer medidas que minimicen los efectos menos deseados".
En el año 2005, con 7 ataques contabilizados con un balance de 16 ovejas muertas, las indemnizaciones a dos ganaderos fueron de 3.794 euros, mientras que entre 20 ganaderos se repartieron compensaciones por valor de 71.468 euros en total.
