PAMPLONA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cientos de trabajadores secundaron hoy en Pamplona frente a la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN) la concentración convocada por los sindicatos UGT y CCOO, dentro de la celebración de la jornada por un trabajo decente, para exigir el desbloqueo de los convenios colectivos, una situación "sin precedentes" que afecta a más de 40.000 trabajadores en Navarra.
La Confederación Sindical Internacional celebra hoy la segunda jornada mundial por el trabajo decente, que en la Comunidad foral contó con una movilización frente a la patronal navarra donde los convocados reclamaron respuesta ante el bloqueo de la negociación colectiva que afecta a 124 convenios sectoriales, y a nivel estatal a más de 4 millones de trabajadores y 1.500 convenios.
Así lo expresó el secretario general de UGT, Juan Goyen, quien centró su intervención en la actual situación de crisis, un panorama al que se añade "la intransigente y maximalista posición de la patronal que ha provocado la ruptura del diálogo social, ha paralizado la negociación colectiva y ha estancado la situación de los convenios".
Goyen también reivindicó trabajo para todos tras aclarar que no mendigaba "unos puestecillos", sino un derecho recogido en la Constitución Española, del que en este momento, en Navarra, casi 40.000 personas se encuentran desprovistas, porque "la crisis financiera, que ha derivado en una brutal crisis económica global, se ha cebado con especial intensidad con el empleo, destruyendo miles de puestos de trabajo".
Asimismo, el líder sindical recordó que durante el último año, Navarra ha perdido 16.900 empleos y la tasa de paro se ha situado en el 12,25 por ciento, 6 puntos más que hace un año. Goyen también se mostró preocupado ante "un dato estremecedor: la tasa de paro de los trabajadores de origen extranjero en Navarra se ha disparado hasta el 27,9 por ciento, una cifra 16 puntos por encima de la media y que triplica el paro registrado entre los trabajadores de origen nacional".
Por su parte, el secretario general de CCOO, José María Molinero, también habló de la postura de la patronal, que "parece ha decidido sentarse a negociar", ya que, a su juicio, actos como el celebrado hoy son "un estímulo importante para hacer reflexionar a una CEOE situada en el siglo pasado más que en el futuro".
En este sentido Molinero emplazó a la patronal a retomar el dialogo social y sentarse en las mesas de diálogo "no sólo para desbloquear la negociación colectiva, sino para hacer frente a la crisis con planteamientos modernos y avanzados". Unos planteamientos, continuó, "donde no se pretenda regular el mercado de trabajo, no se den finiquitos multimillonarios a los directivos y se quiera bajar el salario a los trabajadores y recortar los derechos en materia de prestación social".
Ambos secretarios generales insistieron en la necesidad de "un empleo decente para todos", pues "no es precisamente decente el empleo de esos 48.700 trabajadores con un contrato temporal de los que 27.100, bastante más de la mitad, son mujeres", subrayaron.
Ante esto, anunciaron que continuarán con las movilizaciones, "con más contundencia si cabe", hasta que "las cosas se pongan en el sitio en el que se tienen que poner", porque "cuando se niega la negociación, sólo queda el conflicto", lamentaron. Por ello, incidieron en que los trabajadores no quieren el conflicto, "y menos en un momento como éste, pero si no recapacitan y se sientan en las mesas negociadoras con voluntad de acordar, irremediablemente habrá conflicto".
RECHAZO A LA SUBIDA IMPOSITIVA
Por otra parte, Molinero habló sobre la futura subida impositiva registrada en los Presupuestos Generales del Estado, criticó que las reformas fiscales no se dirijan a "penalizar la especulación y fomentar el empleo y la autonomía productiva", y abogó por impulsar medidas para salir de esta situación de crisis.
Goyen por su parte dijo que la reforma "no es el instrumento válido", aclaró que el mercado laboral no es el detonante de la crisis por lo que "deben dejarse ya sus intentos de sacar tajada de esta situación y negociar una reforma laboral partidaria a sus interés".
MANIFIESTO POR EL TRABAJO DECENTE
Tras la concentración, los dirigentes sindicales se han dirigido a la CEN, donde han entregado a su presidente, José Manuel Ayesa, el manifiesto que se hace eco de sus propuestas, un documento a través del que los sindicatos exigen a los gobiernos del G20 que "se pongan a trabajar en programas específicos de creación de empleo con la prioridad de la ampliación de la protección a los desempleados".
En el texto también exigen una regulación del sistema financiero internacional "exigente" que establezca órganos de supervisión y control nacionales y surprancionales o el establecimiento de las bases para que la salida de la crisis "implique un modelo económico más justo".
Una crisis, continúa el documento, provocada por "la irresponsabilidad y avaricia" de los gestores del sistema financiero internacional y "la falta de regulación y control del mismo, amparada por los responsables políticos, que puede llevar a la destrucción de más de 50 millones de empleos y arrojar a al pobreza severa a 200 millones de personas", según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
