Condenan a cuatro años y dos meses de prisión a un hombre por maltrato a su compañera y al hijo de ésta

Europa Press Navarra
Actualizado: miércoles, 21 junio 2006 19:22

PAMPLONA 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un vecino de Berriozar, Ignacio Vidaurre Ruiz, ha sido condenado a cuatro años y dos meses de prisión como autor de un delito de malos tratos habituales, intento de violación y lesiones psíquicas contra su compañera sentimental, así como por el quebrantamiento de medida cautelar.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra condena al procesado al pago de una indemnización de 18.000 euros a su compañera sentimental y al hijo de ésta por los perjuicios morales causados en los últimos años.

El juez ha tenido en cuenta en la sentencia la concurrencia de la circunstancia atenuante en el acusado por drogadicción. De hecho, el condenado será internado en un centro para abandonar el consumo de drogas y sustancias estupefacientes.

Además, el juez ordena a la policía y a la oficina de víctimas de esta violencia que hagan seguimiento del acusado para que cumpla la prohibición de acercarse a menos de 300 metros tanto a su compañera sentimental como a su hijo durante los próximos tres años.

Según explica el juez en la sentencia, en octubre de 2002 el hombre comenzó a convivir con su compañera sentimental y el hijo de ésta en un domicilio de Berriozar. Desde el inicio surgieron discrepancias entre ambos sobre el modo en el que Ignacio Vidaurre trataba al niño, ya que, según la madre, "le daba tortazos en la cara con la mano abierta, lo tenía largos ratos de pie o de rodillas y con las manos levantadas, le prohibía salir de su habitación, le hacía dormir en el suelo, lo levantaba de la cama y lo zarandeaba y le repetía constantemente que era muy malo".

En una fecha sin determinar, en un momento en el que la madre no estaba en casa, el procesado golpeó al niño, de cuatro años, hasta causarle moraduras en los glúteos y una herida en la oreja.

Además, el acusado trató de evitar que su compañera se relacionara con sus amigas y familiares, y que hiciera cursos u otras actividades, repitiéndole constantemente que cuidaba mal a su hijo, que se ocupaba mal de la casa, que parecía una "yonki", que era "una madre de mierda", y diversos insultos.

El 4 de septiembre de 2003, la víctima le pidió al hombre que se marchase del domicilio, ante lo que éste le amenazó con ir a la asistencia social para que le retiraran la custodia del niño e ir a su trabajo para conseguir que la despidieran. Inmediatamente después la empujo al pasillo de la casa y le dijo que no entrara en ninguna habitación.

La mujer consiguió entrar en el baño y después se fue a la cama, momento en el que el procesado entró en la habitación e intento violarla. La víctima consiguió deshacerse del hombre, quien la amenazó con matarla. Como consecuencia de estos hechos, el niño padece baja autoestima, conductas agresivas, pesadillas y miedos, y su madre sufre síntomas ansioso depresivos.

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