PAMPLONA 25 May. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Cultura y Turismo del Gobierno de Navarra, Juan Ramón Corpas, afirmó hoy que el exterior del Baluarte no se rotulará en euskera mientras el Ejecutivo no introduzca cambios en la normativa vigente, con la que se desarrolla la ley foral del vascuence. Según dijo, se cumple lo determinado para la zona mixta, que sólo obliga a anunciar en castellano.
Corpas respondió así en la comisión de Cultura del Parlamento de Navarra a una pregunta de Eusko Alkartasuna, que deseaba saber por qué no se ha ejecutado una moción aprobada por la Cámara foral, con el apoyo de todos los grupos menos UPN, en la que se instaba al Gobierno a rotular en euskera la leyenda "Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra", que actualmente se lee en la fachada del Baluarte.
El consejero manifestó que las mociones aprobadas en el Parlamento "no son vinculantes" para el Ejecutivo y recalcó que no propondrá al Consejo de Administración del Baluarte que haga la rotulación bilingüe porque actualmente se cumple la normativa fijada para la zona mixta.
Así, recordó que el presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, informó en el Parlamento de Navarra el pasado 6 de abril de que barajaba introducir reformas en la normativa sobre el euskera, ante lo que Corpas subrayó que, hasta que esos cambios se conozcan, no habrá novedades en la rotulación del Baluarte.
Además, el consejero resaltó que en el interior del edificio las rotulaciones principales son en castellano, euskera e inglés, que la página web ofrece su información tanto en euskera como en inglés, y que una de las dos personas que atienden la taquilla habla euskera.
Indicó, con ello, que no tiene "ninguna fobia hacia el vascuence, hermosa y vieja lengua que amo, y que hablan amigos míos con los que he trabajado durante años".
La respuesta del consejero no gustó a ninguno de los grupos de la oposición, empezando por Eusko Alkartasuna, cuyo portavoz, Maiorga Ramírez, consideró "ridículo haber tenido que obligar al consejero a acudir al Parlamento para que responda a una cosa que es tan simple y clara como descolgar el teléfono desde su sillón, hacer una llamada, y pedir que el Baluarte se rotule en bilingüe".
Maiorga Ramírez denunció que el consejero "tiene un mandato del Parlamento, tiene el soporte legal para ejecutarlo, y no lo lleva a cabo". "No sé si quiere provocar o actúa así por una fobia al euskera", denunció.
A las críticas se sumó el parlamentario del PSN Carlos Cristóbal, quien afirmó que "no es de recibo que el Parlamento apruebe una moción y el Gobierno no la quiera cumplir", y consideró que este hecho responde a "una política general sobre el vascuence que es profundamente errónea".
Por parte de Izquierda Unida, José Miguel Nuin acusó al consejero de actuar de manera "intolerante, sectaria y hostil", y afirmó que los informes utilizados por el Ejecutivo para no llevar a cabo la rotulación bilingüe son "basura jurídica".
Finalmente, por Aralar, Patxi Telletxea reconoció que "las mociones no son vinculantes para el Gobierno, pero son el reflejo de la voluntad mayoritaria del pueblo navarro". "No sé si hay algo más vinculante que eso", añadió. Los parlamentarios de UPN no tomaron la palabra en el debate, mientras que la representación de CDN y PNV no acudió a la comisión.