PAMPLONA 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
La economía navarra ha registrado un crecimiento real interanual del 4 por ciento en el segundo trimestre de 2007, dos décimas menos que la reflejada el periodo anterior.
En términos intertrimestrales, la tasa de variación ha sido del 0,8 por ciento, inferior en cuatro décimas al 1,2 del trimestre precedente. En este mismo periodo España también ha crecido al 4 por ciento, una décima menos que en el trimestre precedente.
Según informó el Instituto de Estadística de Navarra, el menor dinamismo de la economía navarra deriva de la pérdida de impulso de la actividad industrial, evolución que no ha podido compensarse con el avance mostrado por los servicios de mercado y el mantenimiento de la trayectoria alcista de la actividad de la construcción.
Así, las ramas industriales han desacelerado su ritmo de avance al 2,5 por ciento, frente al 3,6 alcanzado el trimestre anterior, mostrando por tanto. Su contribución al crecimiento económico alcanza las seis décimas, tres décimas menos que el periodo precedente.
El Instituto ha percibido un cambio de tendencia de las ramas metalúrgicas tras el perfil expansivo de los últimos tres trimestres así como la pérdida de impulso de las ramas material de transporte y papel, madera y muebles. Finalmente, las ramas energéticas atenúansu ritmo de crecimiento mostrando el mismo perfil desacelerado que el resto de ramas, derivado tanto del menor crecimiento del valor añadido aportado por la distribución como del descenso reflejado en la producción de energía.
Por otro lado, ha sido favorable evolución de las ramas de servicios, con un incremento del 4,6 por ciento. Por su parte, laconstrucción mantiene la tendencia alcista de los últimos periodos con una tasa de variación del 5,6 por ciento, una décima más que la estimada el trimestre anterior.
Este mayor dinamismo es una consecuencia del impulso de la obra civil. Junto con el mantenimiento del perfil alcista de la vivienda nueva, logran compensar la moderación observada en la edificación no residencial. Cabe destacar que el repunte de viviendas registrado en los últimos meses, proviene fundamentalmente de las viviendasiniciadas en el cuarto trimestre de 2006 y que actualmente se encuentran en construcción, si bien, en los últimos meses se observa una moderación en el número de licencias concertadas que afectarán al valor añadido de los próximos periodos.
La demanda interna aporta 4,2 puntos al crecimiento total, una décima menos que el periodo anterior. La formación bruta de capital mantiene elevadas tasas de variación, si bien muestra síntomas de menor dinamismo tras la senda expansiva iniciada el segundo trimestre de 2006 y desacelera su ritmo de crecimiento al 5,1%, debido a la pérdida de impulso de los bienes de equipo.
También mantiene el gasto en consumo final en el 3,9 por ciento, derivado del perfil de estabilidad mostrado tanto en el gasto en consumo de los hogares como en consumo público. a demanda externa experimenta un debilitamiento, generando como resultado agregadouna aportación negativa de dos décimas, frente al -0,1 por ciento del trimestre precedente, según el Instituto de Estadística.
EMPLEO
Por otro lado, la remuneración por asalariado registra un crecimiento del 3,7 por ciento, una décima más que eltrimestre anterior. El coste laboral unitario se sitúa en el 2,7 por ciento, la misma tasa de variación que el deflactorimplícito del PIB.
El empleo total de la Comunidad Foral, medido como número de personas ocupadas a tiempo completo, registra un crecimiento del 3 por ciento respecto al mismo periodo de 2006, dos décimasmenos que la reflejada el periodo precedente, derivado fundamentalmente de la desaceleración observada en la industria, según se desprende de los resultados obtenidos de los indicadores de empleo (Encuesta de Población Activa (EPA) y Afiliados a la SeguridadSocial).
Como resultado del avance de la tasa de variación del PIB y de la moderación del empleo ocupado, la productividad del trabajo se incrementa el 1 por ciento, una décima menos que el trimestre anterior, motivado fundamentalmente por la evolución de las ramas industriales. El deflactor del PIB se sitúa en el 2,7 por ciento, ocho décimas por encima de la media del IPC del trimestre, según el IEN.