España experimenta los mayores niveles de migración interior de su historia

Navarra se consolida como receptora de emigrantes de otras regiones españolas, según una experta en la Universidad de Navarra

Europa Press Navarra
Actualizado: miércoles, 23 agosto 2006 13:33

PAMPLONA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

españa experimenta los mayores niveles de migración interior de su historia. Entre 1992 y 2004, el número de movimientos entre provincias ha crecido un 136%, mientras que los intraprovinciales lo han hecho un 158%.

El aumento de los desplazamientos contabilizados se acentúa notablemente a partir de 2002, coincidiendo con el asentamiento de la población extranjera residente en España.

Estos datos se desprenden de la ponencia "Migraciones interiores y transformaciones territoriales", pronunciada por Arlinda García Coll, profesora de Geografía Humana de la Universidad de Barcelona, durante el "X Congreso de la Población Española", que se celebró en la Universidad de Navarra.

La experta señaló tres factores como principales responsables de este crecimiento migratorio interior. En primer lugar, el auge de la movilidad residencial, que concierne ya no sólo a adultos-jóvenes sino también a familias formadas y con hijos. El segundo factor se debe a la movilidad por razones laborales o de salud, de personas próximas a la jubilación.

En tercer lugar despunta la aportación de la población extranjera, cuyos movimientos internos representan un 23% del total. Su contribución es especialmente significativa en los desplazamientos interprovinciales (27%) y entre los adultos de 20 a 24 años (30%). En general, se aprecia que los extranjeros que residen en España cambian de municipio con mayor frecuencia que los españoles.

Estos factores, según la experta, determinan que, en los últimos años, el volumen de desplazamientos registrados supere los 1,5 millones anuales. De esta cifra se desprende que cada persona cambia 1,6 veces de lugar de residencia a lo largo de su vida. Este valor no es muy elevado respecto a otros países, pero supera con creces los registrados hasta el momento en España.

MADRID Y BARCELONA, TASAS NEGATIVAS

El eje mediterráneo es el que más emigrantes recibe. En él, la principal excepción viene de la mano de Barcelona, que acentúa el carácter negativo de su tasa de migración neta. En el otro lado de la balanza, las cifras de migración neta más intensas se registran en el área de influencia de Madrid, donde Guadalajara y Toledo son las provincias con mayor crecimiento migratorio del país. Sin embargo, pese a su notable influencia en las provincias cercanas, Madrid, al igual que sucede con Barcelona, presenta una tasa de migración negativa.

SUBURBANIZACIÓN

Arlinda García señaló que la suburbanización es una de las causas del retroceso poblacional de grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Zaragoza. En los últimos años es frecuente que algunos núcleos urbanos descentralicen su población, generando municipios más o menos amplios y relativamente cercanos, que se convierten en el área de mayor crecimiento migratorio. De este modo, se observan coronas periurbanas en ciudades medianas como Pamplona, Granada, Santander o León, así como en grandes urbes como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla.

Este proceso de suburbanización arroja distintos resultados en los municipios receptores, ya que no todos acogen emigrantes de las mismas categorías sociales. Así, poblaciones como Ansoáin y Orkoyen, en Navarra, destacan por el crecimiento de su renta disponible, que ha aumentado más del 60% entre 1998 y 2003, según señala un estudio de La Caixa reflejado en la ponencia.

NAVARRA, COMUNIDAD RECEPTORA

Según la profesora García Coll, entre 1991 y 2004, el tradicional eje de crecimiento migratorio que se extiende a lo largo del Ebro se desdibuja en su parte final, sobre todo tras el cambio experimentado por Zaragoza, con una tasa migratoria negativa. En cambio, La Rioja, Navarra, Álava y Cantabria sobresalen como foco de aumento migratorio.

La Comunidad Foral destaca como receptora de las emigraciones de otras regiones del país. La tasa de migración neta navarra -diferencia entre inmigrantes y emigrantes-, pese a haber sufrido un leve retroceso, sigue siendo positiva tanto para extranjeros como para nacionales.

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