PAMPLONA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno de Navarra y de UPN, Miguel Sanz, aseguró que el último comunicado de ETA "no dice nada nuevo" y advirtió que afirmaciones como su intención de llevar el proceso "hasta el final" responden a "eufemismos y giros lingüísticos".
"ETA utiliza muy bien el lenguaje y cualquiera que no siga leyendo y se quede en la frase primera, que tiene voluntad de abandonar, dice qué bien", explicó, para añadir acto seguido que ETA pone después condiciones. "Pero es si consigue lo que está pidiendo, autodeterminación, territorialidad. Todos sabemos en Navarra lo que significa eso", agregó.
Según declaró Sanz antes del pleno del Parlamento foral, a través del comunicado ETA solicita a las autoridades francesas "lo mismo que por los visto" ha solicitado a las españolas y, como han obtenido "éxito" ante estas, trata de reeditarlo al país galo. El presidente subrayó que las autoridades francesas "se han despachado con una dejadica en el frontón diciendo que es un tema que afecta a la soberanía española y colaborarán con las autoridades españolas para poner fin al terrorismo".
CARTAS
En relación con la denuncia pública de José Manuel Ayesa, presidente de la CEN, quien ayer declaró tener constancia de varias cartas de extorsión enviadas a empresarios vascos, Miguel Sanz indicó no tener más pruebas que lo leído pero aseguró que se lo cree "por la autoridad y credibilidad de quien lo pone de manifiesto".
Criticó que, a pesar de que el Gobierno había "verificado todo" para poder "sacar la conclusión de que ETA tenía la voluntad de abandonar la violencia y la extorsión", ayer la vicepresidenta dijera que "tienen que seguir verificando".
LIBERTAD YA Y BATASUNA
Por otro lado, señaló que no se puede comparar con lo que está sucediendo en Cataluña con el PP el enfrentamiento verbal mantenido ayer entre miembros de Libertad Ya y de Batasuna tras la concentración que habían convocado los primeros ante de una conferencia que iba a dar en Pamplona un miembro del Sinn Fein y Arnaldo Otegi.
"Nadie se queja de que uno pueda decir a unos asesinos 'asesinos'", comentó y aseguró que los representantes del PP, "un partido con 10 millones de votos" tienen que "aguantar gritos e insultos y agresiones, de las que tiene que protegerse".
Comentó que no se puede "justificar ninguna de las dos" pero manifestó "estar por la labor" de llamar "asesino a quien es realmente asesino". "A quien ha formado parte de una banda terrorista yo estaré legitimado para decir lo que pienso de esa banda terrorista".
