PAMPLONA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Medio siglo después del comienzo de su primer curso selectivo, la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra conmemora 50 años de docencia e investigación. Con este motivo, hoy viernes y mañana sábado, día 24, la facultad celebra la reunión de antiguos alumnos a la que acudirán, entre otros representantes, el rector del centro académico, Ángel J. Gómez-Montoro, y la consejera de Medio Rural y Medio Ambiente, Begoña Sanzberro.
Durante cinco décadas, la tercera Facultad de Ciencias de España ha formado a más de 7.000 graduados -2.763 de ellos navarros- y más de 725 investigadores han concluido su tesis doctoral en alguno de sus 10 departamentos -la mayoría de ellos interfacultativos e interdisciplinares-.
"De este modo, el área de Ciencias ha contribuido a la formación de muchos médicos y farmacéuticos navarros en los campos de Bioquímica, Biología Molecular y Celular y Microbiología", recordó su decano, Ignacio López-Goñi. De hecho, aseguró que su microscopio electrónico, el primero de Navarra y segundo en España, permitió el progreso de la Biología Celular.
Asimismo, "la Facultad de Ciencias realizó por primera vez el Mapa de los Suelos de Navarra: el primer estudio cartográfico a escala 1:50.000 hecho en España, y en Europa, sobre una entidad geográfica tan extensa", explicó el docente. Por otro lado, añadió que en los años 80 el departamento de Microbiología y Parasitología participó en la erradicación de enfermedades infecciosas como la brucelosis en Navarra, evitando el sacrificio de miles de animales.
Por otra parte, expuso la UN en una nota, los estudios genéticos con pacientes ingresados en centros de la Comunidad foral fueron pioneros en España. "Precisamente las investigaciones más recientes del departamento de Genética en leucemias han obtenido uno de los apoyos más numerosos en la última edición de "Tú eliges, tú decides", de Caja Navarra", subrayó Ignacio López-Goñi.
En el plano medioambiental, desde 2005 la Facultad de Ciencias es el único centro español que participa en el Programa de Cooperación Internacional sobre Monitorización Integrada (ICP-IM), perteneciente a la Convención de Ginebra y que tiene por objetivo supervisar el estado de los ecosistemas; así como desarrollar y validar modelos para predecir su evolución y asegurar que se conserven.
Según su director, el investigador del departamento de Química y Edafología Jesús Miguel Santamaría, "en el estudio, que tiene lugar en el Señorío de Bértiz, se procesan anualmente más de 4.000 muestras de diferente naturaleza en las que se determinan alrededor de 60.000 parámetros. Estos datos nos permitirán, entre otras cosas, realizar previsiones sobre la evolución de este y otros ecosistemas similares".
Hasta el momento, el especialista confirma que los resultados obtenidos "indican un gran estado de conservación del hayedo de Bértiz, que posee una biodiversidad muy elevada. Respecto a los niveles de contaminantes, éstos son los correspondientes a una zona rural. Es más, los análisis retrospectivos han descubierto que la contaminación en el paraje era superior en el siglo XIX, debido fundamentalmente a las carboneras que alimentaban las ferrerías cercanas".
Por último, Jesús Miguel Santamaría advirtió de que en el caso del nitrógeno -sustancia nociva que se ha disparado en toda Europa a causa del aumento del tráfico- "Bértiz se encuentran en el umbral a partir del cual se pueden empezar a observar daños". "Por ello, resulta de vital importancia continuar con el seguimiento de la evolución de este contaminante para determinar si realmente se están produciendo cambios en la biodiversidad", expuso.