La laminación de agua durante las inundaciones de abril impidió inundaciones en Sangüesa y mayores daños en la ribera

Actualizado: domingo, 19 agosto 2007 13:18

PAMPLONA, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

La laminación de la avenida del pasado abril en los embalses de Yesa e Itoiz permitió reducir el caudal del río Aragón a su paso por Sangüesa en 400 metros cúbicos por segundo, hasta limitarlo a los 900 metros cúbicos, dado que a partir de este nivel se producen daños. De haber alcanzado los 1.300 metros cúbicos, se hubieran producido "importantes inundaciones".

Así se recoge en la respuesta a una pregunta presentada en el Congreso por los diputados del grupo popular Carlos Salvador (UPN) y Ángel Pintado, interesados en conocer los efectos de la laminación.

Según la contestación, la reducción de caudales se trasladó aguas abajo, alcanzando una diferencia de 450 metros cúbicos en la estación de Castejón, por lo que el río Ebro llevó un caudal de 2.825 metros cúbicos, en vez de los 3.260 que se hubieran alcanzado en caso de no tomar medidas aguas arriba.

Si con 2.825 metros cúbicos se produjeron "inundaciones" en la ribera del Ebro, con 3.260 las consecuencias, daños y afecciones a cultivos hubieran sido "mucho mayores" y "previsiblemente se habría inundado alguna de las poblaciones en las que hubo peligro, como Sangüesa", se recoge en la respuesta.

El Gobierno de España destaca que los efectos de laminación de los embalses fueron "muy importantes". La presa de Eugui redujo el caudal en el río Arga en unos 20 metros cúbicos por segundo, "casi la totalidad del caudal entrante", dado que la cuenca es relativamente pequeña.

Por otro lado, el Comité Permanente de la Confederación Hidrográfica del Ebro decidió aguantar la avenida del río Aragón en la presa de Yesa durante casi todo el día 2 de abril, hasta alcanzar el máximo nivel normal de la presa. Sobre las 8 de la tarde comenzó a aliviar la presa de forma progresiva. Con esta operación, se redujo el caudal del río en unos 400 metros cúbicos por segundo durante unas 10 horas.

La presa de Itoiz, que recoge una cuenca menor, se mantuvo sin aliviar hasta las 17 horas del día 3, con lo que la disminución de caudales fue de un máximo de 280 metros cúbicos por segundo en el Irati. Se da la circunstancia de que otros afluentes de este río no tienen regulación, por lo que el caudal seguía siendo importante y alcanzó los 600 metros cúbicos por segundo en Liédena, "a pesar de no soltar caudales la presa de Itoiz".