En las últimas semanas, los casos registrados han descendido de forma muy notable
PAMPLONA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
El último brote de paperas en Navarra, que comenzó en agosto del año pasado, ha afectado hasta la actualidad a 2.715 personas. Desde agosto hasta diciembre de 2006 se registraron 911 casos, y en lo que va de 2007 se declararon 1.804 casos, según informaron a Europa Press desde el departamento de Salud.
No obstante, en las últimas semanas el número de casos de paperas registrados en la Comunidad foral se va acercando a parámetros de normalidad. Se han dejado ya los picos con un número notable de enfermos. De hecho, en esta última semana se contabilizaron seis casos.
Según el departamento, el pico máximo de incidencia de esta enfermedad se alcanzó en la segunda semana de 2007, cuando hubo 198. También se alcanzaron picos reseñables en noviembre y diciembre, cuando en sendas semanas se detectaron 142 y 157 casos, respectivamente. A partir del mes de enero de este año, en ninguna semana se pasó la cifra de cien casos.
El descenso más notable de enfermos comenzó a percibirse a finales de marzo y principios de abril, meses en los que hubo 40 ó 50 casos por semana. Justo antes del verano la cifra de casos fue bajando a entre 20 y 30 y, en verano, salvo una semana en la que hubo 43, la cifra rondó los 20. En las últimas, la cifra ha descendido a entre 6 y 17 casos semanales.
La máxima incidencia afectó durante este año a los jóvenes de 19 años de edad, aunque existieron picos de incidencia a los 5, 10 y 15 años. El 71 por ciento de los casos se concentraron entre jóvenes de 15 y 30 años.
HISTORIA DE LAS PAPERAS
La vacuna triple vírica (incluye sarampión, rubéola y parotiditis) comenzó a aplicarse en Navarra a niños de 15 meses a partir de 1982. Se alcanzaron coberturas próximas al 80 por ciento a partir de 1984 y superiores al 90 por ciento a partir de 1989. "Desde que comenzó la vacunación con triple vírica, la incidencia de parotiditis ha descendió progresivamente", señalaron desde Salud.
Por otra parte, más del 95 por ciento de la población mayor de 35 años tiene anticuerpos frente al virus de la parotiditis, bien por haber pasado la enfermedad o por haber presentado una infección subclínica.
A pesar de todo ello, desde 1988 hasta 2005 se registraron dos repuntes que interrumpieron esta tendencia general descendente. El primero se produjo en 1989, con 1.704 casos, y a raíz del cual se introdujo a partir de 1990 la vacunación sistemática con vacuna triple vírica a los 11 años de edad.
El segundo repunte se produjo en 2001, con 267 casos. Afectó principalmente a niños de 4 a 10 años, vacunados con una sola dosis de triple vírica que incluía la cepa Rubini. A raíz de brotes similares que se venían produciendo en otros países y en otras comunidades autónomas desde 1997 se demostró la menor eficacia de la cepa Rubini para la protección frente a la parotiditis, y por ello se dejaron de utilizar las vacunas que contenían esta cepa.
Desde la semana 32 de 2006 se viene produciendo, añadió el departamento, un nuevo repunte en la incidencia de parotiditis en Navarra, "que había sido precedido por brotes en otras comunidades autónomas". El aumento en la incidencia se ha presentado en forma de brotes relacionados con lugares de estudio, de trabajo o de ocio en las que se concentra población adulta joven. En total, este brote lleva 2.715 casos.
RECOMENDACIONES
Dada la eficacia de la vacuna actual, desde Salud se indicó que "no es realista pretender erradicar totalmente la aparición de casos de parotiditis". No obstante, se añadió que para mantener la incidencia en valores mínimos y prevenir la aparición de brotes es fundamental mantener coberturas altas con dos dosis de triple vírica en los programas de vacunación infantil y vacunar a la población adulta joven que no recibió la vacuna durante su infancia.
Con el fin de mejorar la protección vacunal de la población, Salud recomendó este año realizar una campaña con triple vírica dirigida a los jóvenes nacidos en 1986, 1987 y 1988 que no hubiesen recibido las dos dosis de vacuna triple vírica durante su infancia (habitualmente se administraba a los 15 meses y a los 10-11 años).
