El Parlamento de Navarra, con la ausencia de UPN, homenajea a los fugados del Fuerte de San Cristóbal en 1938

Actualizado: viernes, 3 marzo 2006 19:02

PAMPLONA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Parlamento de Navarra, con la ausencia de los representantes de UPN, rindió esta mañana homenaje a las personas que perdieron la vida o padecieron privación de libertad en el Fuerte San Cristóbal, en donde más de 2.500 personas procedentes de diferentes lugares de España, la gran mayoría republicanos, fueron encarceladas por el bando franquista durante la Guerra Civil.

Entre ellos figuraban 795 hombres que en 1938 se fugaron del castillo, aunque 585 fueron apresados de nuevo y 187 fueron asesinados en los alrededores. Sólo tres consiguieron llegar a Francia.

El vicepresidente primero del Parlamento foral, Carlos Pérez Nievas, de CDN, afirmó que el Fuerte es "un lugar especialmente simbólico" para Navarra y para Pamplona, porque "en él perdieron la vida o padecieron privación de libertad numerosos ciudadanos como consecuencia de un enfrentamiento civil que nunca debió producirse".

El vicepresidente agradeció públicamente la "contribución a la causa democrática" de estas víctimas - acusadas de delitos comunes y de "vagos y maleantes"-, a sus familiares y "a todas las víctimas del sinsentido del enfrentamiento civil".

"Sin esfuerzos como los suyos, las generaciones actuales tendríamos sin duda más fácil disfrutar de los espacios de libertad y bienestar que hoy poseemos", comentó.

Hasta el lugar se acercaron, aunque no se les había cursado una invitación oficial, miembros de la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra, entre los que había hijos de personas asesinadas en el lugar o familiares de presos procedentes de Valladolid.

Pérez Nievas resaltó que "no es posible una democracia sin memoria" y señaló que el acto pretendía rehabilitar institucionalmente "una parte importante de la memoria que estaba silenciada".

Según dijo, de este acto se pueden extraer tres ideas: "La defensa de un diálogo en el que la capacidad de escuchar sea tan importante como la de hablar; la apelación a la humanización de la defensa de todas las ideas; y la condena de la utilización de la violencia, contraria a la dignidad de las personas". "Todo ello resulta de gran vigencia hoy en la realidad de Navarra y en la construcción de nuestro futuro", agregó.

Para concluir, en nombre del Parlamento, apostó por un "mañana construido no sobre la base engañosa y frágil del olvido, sino sobre la base sólida de nuestra memoria histórica, del respeto democrático y de la reconciliación".

A continuación, los parlamentarios forales se desplazaron a la ladera del monte, donde se encuentra levantado un monolito en recuerdo del hecho histórico, con la inscripción "Por la libertad y la República dieron la vida". Allí se depositó una corona de flores.

El homenaje fue aprobado por la Mesa del Parlamento de Navarra en diciembre a iniciativa del grupo de Izquierda Unida. Recibió los votos afirmativos de los representantes del PSN, IU y CDN, Helena Berruezo, Félix Taberna y Carlos Pérez Nievas, mientras que se opusieron los parlamentarios de UPN, Rafael Gurrea - presidente de la Cámara foral- y Javier Marcotegui. Gurrea delegó en Carlos Pérez Nievas la presidencia del acto, al que acudieron miembros de PSN, IUN, Aralar, EA, CDN y PNV.

Como representante del grupo que propuso el homenaje, José Miguel Nuin (IUN), lamentó la ausencia de UPN en un acto de reconocimiento "a personas que sufrieron muchísimo y que fueron encerradas y asesinadas por defender la legalidad democrática de la Republica, los valores democráticos y la libertad". "No dudamos que UPN es un partido democrático pero es evidente que no termina de superar el pasado", dijo Nuin, que, en todo caso, quiso destacar que lo "más valioso" del día era este acto de "reparación moral" realizado "por la mayoría política y social de Navarra".

HIJOS

Hasta el monte San Cristóbal se acercaron los sangüesinos Francisco Javier Moriones, de 76 años y Roberto Roquefort, de 71. Sus padres -el primero administrador de Correos y el segundo, electricista de Industrial Sangüesina- pertenecían a Izquierda Republicana. Les hicieron presos en julio de 1936 y fueron fusilados el 6 o 7 de abril de 1937. Todavía no han encontrado sus restos, pero se estima que están en algún lugar del monte.

"No quisiera morirme sin dar con él, pero veo que va a ser muy difícil. Puede que estén aquí mismo o siete pasos más allá", comentó desde el monolito Roquefort, quien aseguró que él pertenece a las "víctimas del terrorismo de tercera clase". Según comentó, "los homenajes a las víctimas del bando franquista llegan después de luchar mucho y como si fueran limosnas, nada que ver con los que se hacen a las víctimas de ETA".

Roquefort criticó el papel de la Iglesia durante la Guerra Civil. "Pienso que los curas que confesaban a los asesinados, no a quienes los mataban, tienen que saber dónde están los cuerpos, pero nunca hemos conseguido nada de ellos. Claro, que como era a gloria de Dios pensarían que no tenían el deber", criticó.

La Asociación de Familiares de Fusilados agradeció un homenaje que tiene "gran importancia simbólica y política", tras 60 años "olvidados por la mayoría de las instituciones". Para la Asociación el fuerte de San Cristóbal "simboliza la tragedia y el ensañamiento del que fueron objeto personas que lucharon por la igualdad y la justicia social".

Por otro lado, la Asociación lamentó que no se hubiera invitado a las familias de los fusilados ni tampoco a la Asociación Txinparta, que desde hace 19 años organiza todos los 22 de mayo un homenaje a todos los presos.