El penúltimo encierro de los Sanfermines, con toros de Antonio Bañuelos, fue limpio y muy emocionante

Actualizado: viernes, 13 julio 2007 10:27

PAMPLONA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El séptimo y penúltimo encierro de las fiestas de San Fermín, protagonizado por toros de la ganadería Antonio Bañuelos, fue rápido y muy emocionante. Varios toros cayeron a lo largo del recorrido pero, al levantarse, continuaron el trayecto hacia la Plaza sin ocasionar situaciones de peligro.

Según las primeras informaciones, no hay heridos por asta. La carrera duró 2 minutos y 42 segundos. Esta era la primera vez que visitan Pamplona los astados de Bañuelos, criados en Hontomín (Burgos), y conocidos como los 'toros del frío'.

El encierro comenzó puntual a las ocho de la mañana. Los toros salieron de los corrales arropados por los cabestros, que dirigieron la carrera. Así enfilaron la Cuesta de Santo Domingo, donde los astados miraron a los mozos pero sin embestir ni separarse del grupo.

La manada se estiró a lo largo de esta calle y así entró en el tramo del Ayuntamiento. En Mercaderes, dos toros cayeron y al levantarse continuaron el recorrido sin pararse ni intentar coger a los corredores. En la Curva de Estafeta, a donde el grupo ya llegó dividido, no cayó ningún astado.

En la calle Estafeta se vieron carreras muy bonitas por parte de los mozos. Tres 'bañuelos' iban en un primer grupo con varios cabestros; un toro en solitario corría por detrás y cerraban los dos animales que habían caído en Mercaderes.

En el tramo entre Telefónica y el Callejón cayó el toro castaño, que iba en el grupo de cabeza, y permaneció unos segundos tumbado en el suelo. Al levantarse fue noble, miró al vallado sin embestir, y continuó la carrera directo hacia la Plaza sin ocasionar situaciones peligrosas. Ya en la Plaza de Toros, los astados, con la ayuda de los dobladores, entraron en los corrales.

Los toros serán lidiados a las seis y media de esta tarde por los diestros El Juli, Sebastián Castella y El Cid.