PAMPLONA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El programa de rehabilitación que desarrolla el Complejo Hospitalario de Navarra-D (Ubarmin) para pacientes que han sufrido un ictus acaba de ampliar su horario de atención a las tardes, con el objetivo de potenciar el abordaje intensivo y precoz de las secuelas que pueden presentar las personas que han sufrido un accidente cardiovascular de este tipo.
El ictus es una de las patologías denominadas tiempo-dependientes, ya que la eficacia del tratamiento depende en gran medida del tiempo en el que se aplica: cuanto menos tiempo pase entre el inicio del ictus y el inicio del tratamiento, mayor es el potencial beneficio del mismo. Pasada esta fase aguda, la inmediatez e intensidad con la que se inicie el proceso de rehabilitación también mejora el pronóstico.
En las lesiones moderadas o graves, la mayor parte de la recuperación se experimenta en los tres primeros meses tras el ictus, de ahí la importancia de la intervención en esta fase. La recuperación prosigue de manera más lenta hasta al menos los seis meses y algunos pacientes continúan recuperándose levemente hasta el año.
La Unidad de Rehabilitación Neurológica del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del CHN, ubicado en el CHN-D es el centro de referencia del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea (SNS-O) para la recuperación de pacientes que han sufrido un ictus. Los pacientes son tratados en primera instancia en los hospitales de agudos, normalmente en el CHN-A, donde está la Unidad de Ictus y donde tienen sus camas los Servicio de Neurología y Neurocirugía. Al alta, son derivados al CHN-D para iniciar una terapia de recuperación intensiva. En este centro se realiza la rehabilitación de manera ambulatoria o en régimen de ingreso, ha explicado en una nota el Gobierno de Navarra.
El equipo de rehabilitación neurológica del CHN-D está integrado por más de 30 personas, entre profesionales de Medicina rehabilitadora, médico psiquiatra, fisioterapeutas, trabajadora social, psicóloga, logopedas, terapeutas ocupacionales, enfermeras, celadores, auxiliares y administrativas, además del personal de Enfermería necesario para atender las 12 camas de las que dispone la unidad de ingreso de estos pacientes. El equipo cuenta demás con el apoyo de los servicios médicos generales (Medicina Interna, Radiología, Analítica, Traumatología, etc.).
PROCESO DE REHABILITACIÓN
Más del 60% de los ictus dejan secuelas que pueden ser motoras, cognitivas o sensoriales, dependiendo de la zona del cerebro afectada y de la extensión de la lesión. Estos pacientes pueden tener dificultades para mover un lado de su cuerpo, para mantener el equilibrio, para hablar, para pensar o para sentir.
El paciente derivado a rehabilitación neurológica es valorado inicialmente en la consulta médica y según su estado y sus necesidades se le prescribe el programa de tratamiento que puede incluir fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, valoración de su estado cognitivo-emocional y estudio situación social.
Los tratamientos en cada ámbito duran aproximadamente 45 minutos y pueden asociarse, de manera que si un paciente así lo requiere puede realizar el mismo día fisioterapia, logopedia y terapia ocupacional. Los tratamientos en fisioterapia pueden ser diarios o en días alternos y en el resto de terapias suelen hacerse a días alternos.
Recientemente se ha implantado la terapia intensiva de fisioterapia para personas ingresadas. En este caso, los pacientes hacen fisioterapia 45 minutos por la mañana y otros 45 minutos por la tarde. Algunos estudios han demostrado que la intensidad del tratamiento en la fase inicial del ictus logra mejorar los resultados de la rehabilitación.
Al alta de la rehabilitación ambulatoria en el CHN-D, los pacientes que quedan con secuelas en algunos casos pasan a hacer una terapia de mantenimiento en la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (ADACEN).
UNOS 160 PACIENTES ATENDIDOS CADA DÍA EN REHABILITACIÓN NEUROLÓGICA
El Servicio de Rehabilitación recibe más de 400 pacientes nuevos al año con Daño Cerebral Adquirido, de los cuales más del 75% han sufrido un ictus. Cada día acuden a rehabilitación neurológica unos 160 pacientes, entre las diferentes áreas que realizan un tratamiento personalizado.
El pronóstico de estos pacientes viene determinado sobre todo por la localización, la extensión de la lesión, el estado previo de la persona y la evolución inicial de los déficits.
En líneas generales, se calcula que de todos los pacientes que han sobrevivido al ictus un 25% no tiene secuelas, un 50% permanece con secuelas moderadas y puede realizar vida independiente y un 25% queda con secuelas severas. Las secuelas cognitivo-conductuales suelen ser más difíciles de identificar, pero muchas veces son las que determinan una mayor limitación en la independencia funcional.
