La Ribera registra los niveles más altos de concentración de ozono de Navarra

Actualizado: viernes, 8 junio 2007 19:45

PAMPLONA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los niveles más altos de concentración de ozono de la Comunidad foral se registran en la Ribera, en donde no se cumplen los valores límite que para proteger la salud establece un Real Decreto para el periodo 2010-2012. Así, esta zona de Navarra ha superado en más de 25 días al año los 120 microgramos de ozono por metro cúbico.

Además, la legislación obliga a comunicar a la ciudadanía niveles superior a los 180 microgramos y a lanzar la alerta al superarse los 240. En 2004 y 2005, se superó el nivel de información en dos días, en Arguedas, Tudela, y Rochapea, y en 2006, en tres, en Arguedas y Rochapea.

"Las superaciones han sido moderadas y no se ha superado el umbral de alerta. No parece que sea preocupante aunque no se descarta que en el futuro, a partir de 2010 para valores a corto plazo y 2020, sea necesario adoptar planes específicos", explicó en rueda de prensa Juan José Grau, director general de Medio Ambiente. Junto con Pedro Zuazo, director del servicio de Integración Ambiental, explicó que existe una "correlación directa" entre esos niveles elevados de ozono y las altas temperaturas - a partir de los 35 grados-, más altas en la Ribera.

Rechazaron que la concentración se deba a las centrales de ciclo combinado de Castejón, ya que las emisiones de óxidos de nitrógeno, precursor de la formación de ozono, son "bajas" y la contribución es "pequeña" frente a otras emisiones y la situación regional.

Además de las temperaturas, citaron como otras causas las emisiones industriales, aunque esté sector "está haciendo las labores", caso de la nueva nave de pintura de Volkswagen Navarra, y especialmente el transporte, que genera gran parte de las emisiones y que debe adaptarse a las exigencias.

Otra fuente es el aire acondicionado. En cuanto al transporte, por la Ribera pasan dos vías importantes, la AP-68 y la AP-15. Según explicó Grau, en algunos países europeos las medidas contra el ozono han ido dirigidas a este sector, restringiendo la circulación, por días, o la velocidad. Zuazo también mostró un mapa de Europa que refleja que el ozono no está ligado a puntos concretos de emisión de contaminantes sino a la circulación general de la atmósfera. "La situación es bastante compleja de evaluar y mejorar", comentó.

INFORMACIÓN

El Gobierno presentó hoy los canales para recibir información del ozono troposférico en Navarra. Además de la web sobre la calidad del aire (http://calidaddelaire.navarra.es), con datos diarios recogidos por las ocho estaciones de control - Alsasua, Arguedas, Funes, Iturrama, Plaza de la Cruz y Rochapea en Pamplona, Sangüesa, y Tudela-, existe la posibilidad de recibir notificaciones a través de sms, llamando a los teléfonos 012 y 010 (Ayuntamiento de Pamplona).

El ozono troposférico o de baja atmósfera se ubica en el aire que respiramos y se trata de un contaminante del aire que, a determinados niveles, puede causar efectos perjudiciales para la salud de las personas, animales y bienes materiales. Se trata de un contaminante secundario que aparece principalmente en verano cuando hay mucha radiación solar y calor.

A concentraciones elevadas el ozono induce problemas respiratorios y exacerbación del asma, pudiendo causar ligeras irritaciones en las mucosas del sistema respiratorio que provocan tos y sequedad de garganta.

A concentraciones mayores puede provocar un empeoramiento de la función pulmonar, malestar general, dolor de cabeza, disminución del rendimiento, fatiga, mareos, etc. Si los niveles siguen aumentando se originan, además de los síntomas anteriores náuseas, dolores pectorales al inspirar profundamente y disminución temporal de la capacidad pulmonar.

Finalmente, una exposición prolongada a altas concentraciones puede alterar el sistema respiratorio, volviendo a las personas más susceptibles a las infecciones del mismo.

Debido al riesgo que el ozono comporta para la salud la Unión Europea elaboró la directiva 2002/3/CE, adoptada en España a través del Real Decreto 1796/2000. Según esta directiva se debe establecer un procedimiento para la vigilancia de las concentraciones de ozono; mejorar y reducir los niveles de ozono cuando sea preciso para cumplir los objetivos de calidad; intercambiar información entre los estados miembros de la Unión Europea; e informar a la población en caso de superación de los umbrales legales.

Así, a partir de concentraciones en el aire superiores a 180 microgramos se aconseja a aquellas personas sensibles al gas (personas con problemas pulmonares, niños y ancianos) que no realicen esfuerzos corporales no habituales al aire libre. Los ejercicios deportivos de larga duración se deben evitar durante las horas del mediodía y de la tarde.

EL OZONO

El ozono es un gas incoloro formado por tres átomos de oxígeno, de olor irritante y muy reactivo. Sus efectos pueden ser nocivos o beneficiosos, según sea la posición que ocupa en la atmósfera. El ozono bueno se encuentra en la estratosfera, a una altura comprendida entre 12 y 40 kilómetros y protege de la radiación ultravioleta. El ozono malo se forma en la troposfera, que se extiende desde el suelo hasta una altura comprendida entre los 100 y los 3.000 metros. Dicho contaminante se forma por oxidación de compuestos orgánicos volátiles (COV) y CO en presencia de óxidos de nitrógeno (NOx) y luz solar.

El ozono también se puede generar por causas naturales, incluyendo las descargas eléctricas (tormentas) y las emisiones procedentes de los suelos y la vegetación. Puesto que la formación de ozono es un proceso fotoquímico, las máximas concentraciones se registran durante los meses de primavera y verano, periodo en que las condiciones climáticas favorecen su génesis

REDUCCIÓN DEL OZONO

Las posibilidades de conseguir a corto plazo una reducción significativa de los niveles ozono son limitadas. Sin embargo se pueden aplicar conductas que contribuyen a la reducción de las sustancias precursoras de ozono, como no utilizar el coche para las distancias cortas, emplear el transporte público y hacer uso del coche compartido, repostar a últimas horas de la tarde, utilizar pinturas y barnices solubles en agua que no contengan disolventes orgánicos, o ahorrar energía.