PAMPLONA, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
En torno a un 35% de los 780 empleados de gasolineras de Navarra están secundado la huelga convocada por UGT y CCOO para hoy y mañana para reclamar mejoras laborales y salariales en el marco del convenio estatal. No constan incidentes.
Los sindicatos achacan este bajo seguimiento a unos "servicios mínimos abusivos", que debe cumplir el 45% de la plantilla y que se concentran en las grandes empresas de distribución, las que cuentan con más personal. Navarra cuenta con 170 gasolineras y los servicios mínimos dictados por el ministerio de Industria afectan a 37 (la relación se puede ver en la web www.mityc.es).
El seguimiento "no muy apreciable" también se debe al hecho de que el 30% de las estaciones de servicio de la Comunidad foral pertenezcan a familias, que se están haciendo cargo de la situación, según explicó a Europa Press José Carlos Ruiz, secretario general de FIA-UGT en Navarra, quien señaló que otra causa del bajo seguimiento es la "elevada rotación y eventualidad" en el sector.
Ruiz también criticó a los sindicatos que "no plantean soluciones y se dedican a reventar una huelga", lo cual beneficia a la patronal. ELA se descolgó de la convocatoria argumentando que el objetivo pasa por conseguir un convenio colectivo de ámbito provincial y LAB, al reclamar un ámbito vasco de decisión. Ruiz preguntó a ELA por qué teniendo el 30% de la representación "tampoco hace nada para que se logre ese convenio provincial". UGT cuenta con 12 delegados, 6 CCOO, 8 ELA, 1 LAB y 1 Independiente.
En el Estado, el seguimiento se cifra en el 70-80%. Ruiz destacó que si UGT y CCOO convocan una huelga es "para que la patronal mueva ficha". Destacó que los paros de hoy y mañana tratan de "llamar la atención sobre la necesidad de dignificar este sector" y señaló que en caso de que no se produzcan avances se convocarán nuevas movilizaciones.
800 EUROS
Recientemente, dirigentes de UGT explicaron en rueda de prensa que los trabajadores del sector cobran entre 800 y 890 euros brutos, según trabajen de lunes a viernes o a turnos, con noches y festivos incluidos. En la negociación del convenio estatal, los sindicatos demandan una subida de 87 euros al mes y que se implanten sistemas de seguridad en gasolineras y áreas de servicio.
Ramón Ruiz Díaz, secretario de Acción Sindical de la Ejecutiva Federal de la Federación de Industrias Afines de UGT, y José Carlos Ruiz, secretario general de FIA-UGT en Navarra, explicaron que las condiciones de trabajo en este sector están muy próximas a la "marginalidad", a pesar de que las empresas mejoran sus cuentas de resultados y la demanda de carburante no para de crecer.
Las negociaciones comenzaron en marzo y, ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo y por la división de la patronal, se ha fijado el calendario de movilizaciones.
El sector, "muy atomizado", con 8.700 gasolineras, da empleo en todo España a 42.000 personas, entre 2 y 5 trabajadores por establecimiento. Los responsables sindicales criticaron las "pésimas condiciones laborales", la "excesiva" rotación y temporalidad - los puestos son ocupados por mujeres e inmigrantes ante su necesidad de "subsistencia familiar"- y las reticencias de las empresas a implantar medidas de seguridad para evitar robos y atracos.
A todo esto se suma que los empleados deben hacerse cargo de las tiendas y tienen que cuadrar la caja, con lo que se alarga la jornada laboral sin compensación económica.
UGT y CCOO, únicos sindicatos presentes en la mesa estatal, piden un convenio de tres años con subidas del IPC más 0,75%, esto es, una subida salarial de 6,25 euros al mes. También reclaman que la jornada anual se reduzca en 8 horas - se sitúa en torno a las 1.760 horas-, un plus de 60 euros para quienes trabajen en festivos y 44 euros de plus de relevo, para quienes deben acudir antes o salir más tarde de su trabajo. "Lo que pedimos es absolutamente razonable", comentó Ruiz.
El responsable de Acción Sindical subrayó que lo que ocurre en este sector es de "interés general" para UGT. "No se puede seguir permitiendo que se creen sectores marginales". También se preguntó cómo es posible que las empresas se nieguen a mejorar las condiciones laborales cuando en Vizcaya y Guipúzcoa, en donde se alcanzan convenios provinciales, pactan mejoras del 25%.
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