Txentxo Jiménez reivindica su condición de parlamentario para justificar su intervención en los incidentes de taxistas

Actualizado: lunes, 25 junio 2007 16:53

PAMPLONA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

El dirigente de Aralar Txentxo Jiménez reivindicó hoy su condición de parlamentario para justificar su "intermediación" en los incidentes que se registraron a la entrada del Parlamento de Navarra el 15 de junio de 2005 entre el colectivo de taxistas en huelga y agentes de la Policía Foral.

El parlamentario de Nafarroa Bai aseguró que sólo trató de "apaciguar los ánimos" y demandar que uno de los chóferes que estaba herido fuera atendido por una ambulancia antes de ser detenido.

Txentxo Jiménez, coordinador de Aralar en Navarra, se defendió así de la acusación de resistencia a la autoridad que confirmó hoy el Ministerio Fiscal en la vista del juicio que se celebró esta mañana en la Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Navarra. El parlamentario se enfrenta a una pena de ocho meses de prisión y de inhabilitación.

En su derecho a la última palabra, Txentxo Jiménez reivindicó ante el tribunal su "condición de parlamentario, no para conseguir un beneficio, sino para que se tenga en cuenta que mi responsabilidad como parlamentario no acaba dentro de las paredes de la Cámara, y que cuando salgo a la calle me debo a las personas, y en cualquier problema debo intentar ayudar a que haya un final feliz".

El parlamentario justificó así que el 15 de junio de 2005, cuando el colectivo de taxistas en huelga y agentes de la Policía Foral protagonizaron incidentes a la puerta del Parlamento, él saliera de la sede del Legislativo para tratar de "intermediar" entre las dos partes. Según consta en las grabaciones de las seguridad del Parlamento, Txentxo Jiménez forcejeó en varias ocasiones con agentes de la Policía Foral.

El Ministerio Fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de resistencia a la autoridad. La defensa, por su parte, solicitó la absolución del parlamentario.

No obstante, en su calificación definitiva, el abogado de Jiménez introdujo dos alternativas. La primera, que los hechos se consideren una falta de desobediencia leve, con la imposición de una multa de cien euros.

La segunda opción, que lo ocurrido se califique como un delito de resistencia, tal y como propone el fiscal, pero pidiendo una pena de prisión de tres meses, con la atenuación de la reparación del daño. En concreto, la defensa presentó una carta que envió Txentxo Jiménez al jefe de la Policía Foral solicitando "disculpas" si de alguna forma ofendió al cuerpo policial. La respuesta del máximo mando de la Policía fue de "satisfacción y agradecimiento" por esa carta.

Según relató el propio Txentxo Jiménez en el juicio, el día en que se registraban los incidentes en la puerta del Parlamento, la comisión de Obras Públicas y Transportes, de la que él era miembro, estaba reunida precisamente para tratar la aprobación de la Ley del Taxi.

"Desde la sala de comisiones se oía que en la calle había problemas, y en cambio en la comisión se habían dado avances que podrían resultar satisfactorios. Pensé que si los taxistas tenían conocimiento de esta situación, podría ayudar a tranquilizar las cosas", explicó.

Así, sobre las 17.50 horas, el parlamentario salió de la Cámara y comprobó que un grupo de taxistas se había encadenado y había cortado el tráfico, lo que podía provocar una inminente intervención de la Policía Nacional. "Me dirigí al mando de la policía y le pedí que esperara un momento. Hablé con los encadenados y se soltaron", explicó.

TAXISTA HERIDO

En ese instante, Jiménez conoció que un taxista había resultado herido en un enfrentamiento anterior con la Policía Foral y se dirigió a la esquina del Parlamento de Navarra con la calle Marqués de Rozalejo. El parlamentario vio allí que la Policía Foral se llevaba al hombre en calidad de detenido y que el taxista tenía la camiseta ensangrentada y una brecha en la cabeza. "Me dirigí a un agente para decirle que sería conveniente que fuera atendido por una ambulancia que había ahí mismo antes de ser detenido", dijo Txentxo.

Según se comprobó en las grabaciones de vídeo, el parlamentario agarró del brazo al taxista herido cuando la policía se lo llevaba detenido y se enfrentó verbalmente con el agente que estaba al mando del dispositivo. En esos momentos de tensión, el chófer fue sacado del lugar por sus compañeros y finalmente fue atendido de sus heridas en el hospital.

No obstante, los incidentes en los que se vio envuelto el parlamentario no terminaron allí. En las imágenes se aprecia cómo un agente cogió de la muñeca al parlamentario y este forcejeó y braceó en varias ocasiones para tratar de zafarse. Estas imágenes constituyen una de las principales pruebas de cargo de la Fiscalía.

Sin embargo, la versión de lo ocurrido es contradictoria según la relate Txentxo Jiménez o el agente que estuvo al mando, ya que el primero defendió que en ningún momento oyó que estuviera detenido y, en cambio, el policía foral aseguró en el juicio que sí le comunicó que estaba arrestado.

El fiscal defendió en la presentación de sus conclusiones que Txentxo Jiménez "utilizó la fuerza física" contra los agentes y recalcó que, atendiendo a las imágenes, "eso es indiscutible".

El representante del Ministerio Público defendió, además, que Txentxo Jiménez, "que no es un analfabeto", conocía que que los agentes estaban desarrollando de manera "perfectamente legítima sus funciones". "La policía va hacer lo que hace siempre. Mecánicamente, se le proporciona al detenido atención médica, por sentido común, no hace falta que lo diga un parlamentario", dijo.

Por tanto, el fiscal consideró que la intervención de Txentxo Jiménez fue "superflua" y explicó que "una intención loable no elimina el delito", que, según él, existió, ya que el parlamentario evitó la detención del taxista y su propia detención mediante los forcejeos.

DEFENSA

Por el contrario, el abogado de la defensa explicó que Txentxo Jiménez no intervino "como gesto de soberbia o superposición a los agentes", sino con el ánimo de intermediar, y afirmó que "el parlamentario esta cumpliendo con su función, que no acaba dentro del Parlamento".

Además, el letrado consideró que el mando de la Policía Foral se encontraba en el momento en que sucedieron los hechos "muy influenciado por la situación de tensión que había vivido hacía unos pocos minutos" y apuntó que, por eso, "distorsionó lo sucedido" en el atestado que redactó después la Policía Foral.

El taxista que resultó herido en los incidentes mostró hoy su "agradecimiento total hacia Txentxo Jiménez, porque fue el único que hizo algo". "Yo digo la verdad y si por eso hay que ir a la cárcel, voy yo el primero", dijo.