Actualizado 17/10/2007 02:00

Agustín Jiménez.- Los amigos, primero

MADRID 17 Oct. (OTR/PRESS) -

En 'Veinte años después', D'Artagnan y los tres mosqueteros, insospechadamente, cruzan espadas entre sí, cada parte obedeciendo a la facción en que la ha colocado el torbellino de la Historia: el felón Mazarino frente al mogollón de nobles y aprovechados de La Fronda, las manadas sangrientas del puritano Cromwell contra el sobreidealizado Carlos Estuardo. En dos ocasiones, los cuatro amigos se enfrentan dos a dos en medio de la batalla y reaccionan igual: ¿Vamos a pelearnos nosotros? ¿Por Mazarino?, ¿por Cromwell?. Como un grupo de amigos sensatos que, llegados a las manos, recapacitaran: "¡Qué barbaridad! ¿Vamos a pegarnos por lo que digan Pepe Blanco y Ángel Acebes, Zapatero o Rajoy?

Para celebrar como Dios manda el Día de la Hispanidad, algunos de los peores ciudadanos ibéricos empezaron a tirar de la bandera de España para quedarse con el mango y aporrear con él a otros ciudadanos. En la manifestación ritual del día, figuraba un grupo de políticos, aparentemente mayores de edad, que se aferraban a banderitas escolares mientras sus feligreses, achispados por soflamas previas, gritaban como verduleras . A saber cómo sería la futura letra del himno nacional si se la confíaran a un grupo de patriotas. Cursi y bestia.

San Agustín, en sus "Confesiones", observa que con los amigos se dirimen divergencias pero "sin oposición de la voluntad". El gran obispo, que nació en Argelia, debía de saber que eso sólo es posible si los amigos son holandeses. En la televisión holandesa había un concurso para crear un nuevo himno nacional (el actual podríamos adoptarlo aquí, porque habla del Rey de España) y el ganador empezaba así: "País de tolerancia". Es muy ñoño, y el cantante lo interpretaba en un escenario de circo, pero ¿quién imagina una frase así en un himno a España? Tolerante sólo necesita serlo un país cuyos habitantes no tienen la grandísima suerte de compartir la misma fe. El punto medio es Francia. Los mosqueteros de Dumas pelean con toda su saña pero, cuando en el fragor del combate absurdo traban armas con un amigo, en vez de matarlo o molerlo a palos, lo abrazan y se van de cena con él.

A todo esto, el petróleo está a 85 dólares el barril, Putin se ha ido a Irán a seguir construyendo -Rusia, Venezuela, Irán -, la internacional de la energía. En Polonia hay elecciones. Los polacos están cabreados con Rusia. Los países bálticos están cabreados con Rusia y muy cabreados con Polonia. Italia tampoco se arregla. Los turcos están decepcionados de sus aliados (nosotros) y bombardean solos a los kurdos. El Airbus lleva dieciocho meses de retraso europeo y parece que los españoles no vamos a ir a Darfur, no sea que, el año que viene, los patriotas de La Castellana vuelvan a cagarse en nuestros muertos.

Agustín Jiménez.

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