MADRID, 23 Sep. (OTR/PRESS) -
Hay gurús para todo. Un profesor universitario le ha contado a Obama que, para protegernos de un eventual misilazo de iraníes o alqaedistas, lo más eficaz era salirle al paso con un escudo instalado en Turquía o unos Patriot 20. El presidente ha saltado sobre la idea para contentar a Rusia ---obsérvese cómo, durante las últimas semanas, Putin se ha ido labrando un nuevo look de estadista responsable--, desaprobar a Bush para la galería, sin hacer cambios sustanciales, y hacer la puñeta a los checos y, sobre todo, a los polacos, que celebran el 70 aniversario de una de sus invasiones.
Polonia es un país de paso con una numerosa población conservadora que escucha una radio que deja en mantillas a nuestra Radio Copón. Los polacos se la han jurado a Obama, quien va a resultar que es comunista y que, en cualquier caso, ya no es un liberal. La misma semana que dejaba desprotegidos frente a los rusos a los polacos, Obama cedió a las presiones de los sindicatos y subió en un 35% las tasas a los neumáticos chinos contra toda la lógica del mercado. Y, prosiguiendo en su esfuerzo por hacerse amigos, permitió la publicación de un informe de la ONU que acusaba oficialmente a Israel de crímenes de guerra en Gaza. Todo esto cuando no sabe qué hacer en Afganistán, donde ya solo lo apoya Zapatero, un gran líder, eso sí.
De modo que el presidente de Estados Unidos necesita urgentemente un escudo antimisiles personal que lo proteja de tanta incomprensión, lo que alegra sobremanera a los partidarios del antiguo régimen, que ya lo decían ellos. Igual que la Iglesia, pese a sus errores, es una roca que sobrevive a la historia, Bush, en lo fundamental, tenía razón, como la tenían los banqueros que promovieron la crisis y que, si antes cobraron beneficios, ahora también. Los banqueros han hecho un montón de declaraciones estos días contra los gobiernos que los financiaron a fondo perdido en sus horas bajas. Israel también ha hecho declaraciones contra la injusticia de la opinión pública, seguramente marxista, aunque el informe que la incrimina se ha redactado bajo la supervisión de un jurista judío.
Todo ello no nos debe desviar de lo esencial. Con Obama como con Bush, Estados Unidos mantiene fuerzas armadas en 130 países. Sabemos que es una presencia benevolente y democrática, que están ahí por nuestro bien, pero nos acordamos de Unamuno: a los civiles se les puede militarizar; a los militares no se les puede civilizar. Dinamarca, el país de las caricaturas de Mahoma y todo eso, vive estos días los esfuerzos del estamento militar por censurar un libro supuestamente inocente. Sobre lo del informe de Israel, será preciso recordar la doctrina neoliberal: Israel es la única democracia de su zona. La democracia judía, como la americana, como la sueca o como la francesa, imponen restricciones en el trato de sus ciudadanos, pero la democracia no tiene por qué aplicarse en el extranjero. El juicio sobre un país, o un presidente, es función del rating internacional del país en que se clasifiquen. Hamas las lanza porque es un régimen terrorista. Israel lo hace para proteger sus derechos e incluso en beneficio nuestro. Como Obama-Bush en Afganistán. Lo que aún no sabemos es qué tienen que pensar los polacos. Pero lo dicho: Polonia es un país de paso.
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