Actualizado 18/01/2007 01:00

Antonio Casado.- Las brumas del presidente

MADRID 18 Ene. (OTR/PRESS) -

Demasiadas ambigüedades y sobreentendidos en el discurso del presidente. Son las brumas de Zapatero sobre el alcance de una sospecha que alimenta a sus adversarios: ¿Va a volver a sentarse el Gobierno con ETA a pesar de la salvajada del 30 de diciembre? Sus adversarios dicen que, por supuesto, y sobre ese proceso de intenciones montan sus embestidas.

Pero poco o muy poco hace Zapatero para desmentirlos. Deja entrever que se seguirá intentando el final dialogado de la violencia, en función del mandato parlamentario de hace año y medio, pero afirma con contundencia que "el Gobierno nunca pagará un precio político por la paz". Entonces, ¿para qué el diálogo? Podría decirse, y debería decirse, que solo para el caso de haya dejado las armas, o bien para que las deje. Pero el presidente nunca lo dice de forma explícita.

Una reserva mental aprovechada por Rajoy para atribuirle intenciones tan perversas como la de ceder ante ETA para evitar las bombas, o plantarle cara y arriesgarse a que se las pongan. Otro ejemplo lo encontramos en las declaraciones de los líderes de Batasuna sobre el objetivo del "proceso", al que jamás llaman "de paz" sino de "solución del conflicto" ¿Por qué nunca le sale al paso Moncloa, o el propio presidente del Gobierno, para recordarle la finalidad del "proceso"?. Nos hacemos una idea, pero he ahí otro de los silencios de Zapatero que sus adversarios políticos se apresuran a llenar con la consabida y arbitraria asignación de intenciones.

Este martes Otegui se reafirmaba en su apuesta por "un proceso con contenidos políticos" y aseguraba que Batasuna estará en las elecciones municipales de mayo, aunque aún no sabe cómo. Nada que ver con las afirmaciones de Zapatero el lunes en el Congreso: que no se pagará un precio político por la paz y que Batasuna no podrá presentarse a las elecciones si no se atiene a la Ley de Partidos Políticos. Como nadie le ha desmentido en nombre del Gobierno, los demás tenemos derecho a sospechar que a este señor, con un rastro de sangre y miseria moral a las espaldas, alguien le debe haber dado pie para oír lo que dice el presidente del Gobierno como el que oye llover.

Lo malo es que Otegui y su partido comparten objetivos políticos con el partido elegido por Zapatero para refundar su viejo pacto antiterrorista. El PNV, del que elogia "su impecable compromiso con la paz y la libertad". No consta un similar reconocimiento al PP, aunque sí los esfuerzos de sumarle a un pacto previo PSOE-PNV. Debería ser al revés: esfuerzos de Zapatero para incorporar al PNV a un pacto previo PSOE-PP. Todo lo que no encaje en esa sencilla formulación tenderá a envenenar aún más el ambiente y a demorar el objetivo de vivir sin ETA y sin tirones del nacionalismo vasco, el que gobierna y el que acojona.

Antonio Casado.

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