Actualizado 29/12/2009 13:00

Antonio Casado.- Caso Díaz Ferrán.

MADRID, 29 Dic. (OTR/PRESS) -

Parece inminente el cese de Díaz Ferrán como presidente de la CEOE. Los empresarios entienden, con razón, que en estos momentos no sería el mejor interlocutor de los sindicatos y el Gobierno para afrontar el anunciado diálogo social a partir del 4 de enero. No sería creíble confiar voz y voto de los empresarios a quien lleva a sus empresas a la bancarrota porque no cumple con sus clientes, ni con sus trabajadores, ni con la Seguridad Social ni con los bancos que le prestan dinero.

El máximo responsable de Air Comet es aquel que, en el anterior intento de diálogo escandalizó al Gobierno y a los sindicatos con su propuesta de sustanciales rebajas en las cotizaciones a la Seguridad Social. El mismo personaje que un día sentenció ante un micrófono chivato: "El único problema para salir de la crisis es Zapatero". Evidentemente, se atenía a los malos resultados de la gestión de éste como primer responsable de la política económica del Gobierno: recesión, paro, déficit público, deuda, etc.

Donde las dan las toman. Moncloa se ha cuidado muy mucho de criticarle públicamente, pero también son evidentes los resultados de la gestión empresarial de Díaz Ferrán. Los dirigentes del PP, que comparten con él la doctrina de que en este país solo habrá empleo cuando Zapatero pierda el suyo, han declarado "una víctima más de la crisis económica" al primer responsable de la quiebra de Air Comet. Un argumento nunca aplicado al Gobierno de España, que es una víctima más de la crisis económica aunque arrastre rasgos diferenciales que nadie niega.

"Solo a una minoría de empresarios les va bien en esta crisis", dice el ex ministro Cristóbal Montoro. Cierto. Y sólo una minora de Gobiernos, por no decir a ninguno, ha respetado políticamente esta crisis. Sin embargo, de la boca de Díaz Ferrán y de Montoro han salido sapos y culebras por la incapacidad de Zapatero para sacarnos del atolladero.

Montoro y Díaz Ferrán no hablan de las muchas compañías de vuelos de bajo coste que siguen prestando el servicio con normalidad, aún en medio de las dificultades impuestas por la crisis. Tampoco pregonan el hecho de que el dinero público haya tenido que ir al rescate de los pasajeros estafados por el aún presidente de la CEOE sin tener ninguna obligación legal de hacerlo. Cuestión de tiempo. No faltarán quienes pongan el acento en las intenciones políticas que se esconden tras la inesperada generosidad del Ministerio de Fomento con la mayoría de los pasajeros afectados, mientras con la otra mano se retiraba la licencia de vuelo a Air Comet.

Razones de más para ver una medida de higiene democrática en el desalojo de Díaz Ferrán como patrón de patrones. Cualquier resultado de apariencia favorable al Gobierno en el diálogo social siempre sería interpretada como una cesión a cambio de ayudas oficiales para salir del agujero en el que se ha metido como empresario.