Actualizado 05/11/2011 13:00

Antonio Casado.- Zapatero, luces y sombras.

MADRID, 5 Nov. (OTR/PRESS) -

Descubro en la distancia corta que el presidente de la CEOE, Joan Rosell, tan crítico con este Gobierno por muchas razones, no tiene reparo en elogiar el coraje de Zapatero por hacer lo que hizo en mayo de 2010. Es decir, abanderar el durísimo e impopular programa de ajustes que frenó el rescate de la economía española, al coste del suicidio político.

No es que el jefe de la patronal se haya caído inesperadamente del guindo. Basta conocer su opinión, manifiestamente mejorable, sobre el paso de Solbes por Economía cuando se estaba fraguando la crisis. Si traigo a colación el parecer de Rosell sobre la conducta de Zapatero cuando vinieron mal dadas, haciendo lo que tenía que hacer, aunque rompiera con los votantes socialistas (mayo 2010, agosto 2011), es por marcar la excepción que confirma la regla. Ahora que Zapatero es un árbol caído y no tiene nada que ofrecer, todos nos quitamos la palabra para ponerle de vuelta y media y celebrar su salida de la Moncloa. Y eso me parece injusto.

Doblemente injusto cuando hasta el propio Zapatero ha admitido públicamente los errores derivados de su tardío reconocimiento de la crisis económica. Sin ir más lejos, el otro día en Lugo se declaró el "principal responsable del paro". Es de obligado cumplimiento que lo asuma quien es el "principal responsable" político de todo lo bueno y lo malo en la gestión de los intereses generales durante los últimos siete años y medio. Culpable de los dos millones y medio largos de parados que se sumaron a los dos millones largos de parados que heredó del Gobierno anterior, pero culpable también del avance en materia de derechos sociales y del fin del terrorismo.

Precisamente en relación con el adiós a las armas de ETA, Zapatero prepara para este lunes un polémico viaje al País Vasco. La polémica la van a suscitar sus críticos porque la visita se ha fijado para el lunes que viene. O sea, en plena campaña electoral. En Vitoria Zapatero piensa desdoblarse. Por un lado, lo institucional: un encuentro con el lehendakari, Patxi López. Por otro, en clave de partido, una reunión con militantes. ¿También le vamos a afear la conducta por hacernos ver que ha sido durante su mandato cuando se han creado las condiciones para el "alto el fuego definitivo" decidido unilateralmente por la banda terrorista sin concesiones políticas, como hasta el propio Mariano Rajoy ha reconocido?

Como Rosell, somos muchos los que no nos despachamos el asunto con una enmienda a la totalidad del paso de Zapatero por Moncloa. No todo lo hizo mal. Personalmente le doy las gracias por dignificar la memoria de los perdedores en la guerra civil, llevar los derechos de la mujer al BOE y plantar cara a los gobernantes del mundo que declaran guerras en nombre de su real gana.