Actualizado 27/01/2007 01:00

Antonio Jiménez.- ¿Cúmulo de casualidades?

MADRID 27 Ene. (OTR/PRESS) -

Durante la última recepción que los Reyes ofrecieron en el Palacio Real con ocasión de la Fiesta Nacional de España, en uno de los habituales corrillos que se forman entre los asistentes, Mariano Rajoy contaba a los periodistas la anécdota de que previamente se había acercado con discreción al apartado lugar en que departían con interés el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar y el Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido y como éstos al verle, reaccionaron con la sorpresa de quienes se sienten cazados; momentos de desconcierto que Rajoy aprovechó para anunciarles con retranca gallega y una buena dosis de ironía, que al día siguiente viajaba a Canarias y les ponía al corriente de su desplazamiento por si el ministro de Justicia y futuro candidato socialista al Gobierno canario y el Fiscal General "querían contarle algo que él no supiera pero debería saber", sobre lo que barruntaban los medios locales en materia de presuntas corrupciones urbanísticas.

Meses después y al hilo de las detenciones de los alcaldes y concejales populares de Telde y Mogán, aquella anecdótica conversación cobra cierto sentido en las memorias de Rajoy y de quienes como el presidente del PP canario, José Manuel Soria, estaban al tanto de la misma. Cabe preguntarse si no es mucha casualidad que sea la comunidad en la que va a recalar como candidato del PSOE al Gobierno regional el actual ministro de Justicia, la que presente más casos sonados de ediles relacionados con irregularidades de urbanismo y que afectan, casualmente, no al PSOE, sino a Coalición Canaria, aunque el alcalde de Santa Cruz de Tenerife no fuera detenido y esposado, y al PP, cuyos ediles y concejales fueran inmortalizados con las esposas por delante.

Es difícil hacer abstracción de esas detenciones y no relacionarlas con el futuro político de Juan Fernando López Aguilar. Puede ser una casualidad, mientras no se demuestre lo contrario, pero tampoco nadie podrá negar las razonables y sospechosas dudas que los hechos suscitan. Tampoco parece una casualidad que en Andalucía haya 27 alcaldes socialistas imputados por corrupción, 20 de los cuales están relacionados con delitos urbanísticos, y sin embargo ninguno haya sido detenido. Dato que contrasta con la detención del último edil popular, el de la localidad malagueña de Alhaurín el Grande, casualmente en Marbella con lo que ello significa y no en su pueblo, y justo el día en que participaba en una acto político seguido de un almuerzo con el líder del PP, Mariano Rajoy, con quien compartió mesa y mantel. La conclusión que se deduce de este cúmulo de casualidades es que a los populares se les envía a prisión preventiva mientras a los socialistas, que gozan de libertad, se les cita en los juzgados.

No parece, por tanto, que haya una misma vara de medir comportamientos similares o parecidos y la impresión que suscita el trato discriminatorio que se le da a los presuntos delincuentes del PP no es el mismo que reciben los presuntos delincuentes del PSOE, mas benevolente y contemplativo. Casualmente, cabe preguntarse, si no se estará haciendo una utilización partidista de los mecanismos policiales y judiciales.

Antonio Jiménez.

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