Actualizado 26/01/2007 01:00

Antonio Jiménez.- Por la dignidad de las víctimas

MADRID 26 Ene. (OTR/PRESS) -

Con su resolución, doce de los dieciséis magistrados de la Audiencia Nacional que decidieron que De Juana Chaos continúe como está, o sea, en prisión provisional y hospitalizado, no solo no se plegaron al chantaje del etarra en huelga de hambre sino que defendieron, por encima incluso del Estado de Derecho, la dignidad de los 25 españoles inocentes que asesinó en sus tiempos de violentas correrías al frente del sanguinario "Comando Madrid". Ellos, sus familias y las de todas las víctimas insultadas y agredidas por el fanatismo y la vehemencia del terrorista convicto y confeso, que nunca se arrepintió ni pidió perdón, son los que se han sentido más reconfortados, sin duda, por la plausible decisión adoptada.

Los doce miembros de la sala de lo Penal que no sucumbieron a la coacción y al desafío planteado por De Juana con su segunda huelga de hambre, han ratificado nuestra confianza en la Justicia frente a las veleidades coyunturales y oportunistas de quienes miden su tiempo en función del interés político. De Juana podrá "ser un hombre que está en el proceso de paz", como dijo Zapatero, pero las victimas del terrorismo y la mayoría de los españoles que nunca confiaron en ese camino incierto y aventurado que concluyó temporalmente en la T 4 de Barajas, prefieren que siga en prisión y no en su casa como se ha intentado.

Teresa Becerril y sus hijos, Francisco y Teresa, no tendrán que lamentar el agravio y el desprecio que por su condición de víctimas habría supuesto el hecho de que alguien que escribió "me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros (los de ellos y los tres huérfanos que dejaron Alberto y Ascen Jiménez Becerril) son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella ya he comido para todo el mes", hubiera conseguido la rendición del Estado con su chantaje.

De Juana ya no podrá brindar por "el que habría supuesto su último atentado", gracias a que unos jueces de la Audiencia Nacional, con Alfonso Guevara a la cabeza, han antepuesto razones de dignidad y justicia, en las que han depositado las víctimas su última esperanza, a otras supuestamente humanitarias como las argumentadas para evitar la muerte del etarra, por los mismos que, sin embargo, defienden la libertad de las personas para elegir entre vivir y morir y eligen libremente la suave y dulce muerte, que según ellos, procura la eutanasia. A De Juana, sin embargo, había que salvarle sin dejarle elegir, ¿por razones humanitarias o de conveniencia política?

Antonio Jiménez.

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