Antonio Jiménez.- No es de fiar

MADRID 4 Sep. (OTR/PRESS) -

Se esfuerza Zapatero en convencernos de que la legislatura, lejos de estar agotada y exhausta, aún tiene vida; la que ha decidido insuflarle al conectarla a un respirador artificial. El presidente necesita tiempo para hacerse perdonar u olvidar , otra cosa será si lo consigue, los muchos errores y desatinos cometidos en su gestión gubernamental. Estamos, si se me permite el símil baloncestista, en los "minutos basura" del partido cuyo resultado es ya inamovible y así aparentemente lo perciben los ciudadanos a tenor de lo que expresan en los sondeos preelectorales cuyos resultados reflejan un empate técnico entre socialistas y populares.

Eso también lo sabe e intuye Zapatero interesado solamente en demarrar para llegar a la meta electoral de marzo por delante de Rajoy a base de publicidad y propaganda. La operación de maquillaje político en la que está metido desde que decidió hacerle un lifting a su equipo de gobierno soltando lastre con Trujillo y Calvo -¡qué oportunidad perdió al no incluir en el lote a Maleni! y decidir que todos los anuncios de los ministerios y de la DGT concluyan con el añadido de "Gobierno de España", incluye un aspecto crematístico muy sugerente cual es el de "tirar de chequera" con pólvora del Rey. El presidente, a costa de incumplir la promesa de no hacer electoralismo con las pensiones, anuncia nuevas subidas en puertas de la cita electoral de marzo mientras la nueva ministra de Vivienda hace guiños a los jóvenes al comentar la posibilidad de recuperar las deducciones fiscales al alquiler.

Una y otra medida ,junto a la del "chequebaby" de 2.500 euros, tienen un alto coste económico de previsibles y desfavorables consecuencias para las arcas del Estado a medio plazo, justo ahora en que por el horizonte se advierten inciertos y oscuros nubarrones en forma de retraimiento del consumo y de la actividad, que pueden descargar negativamente sobre nuestra economía. La estrategia netamente electoralista de Zapatero de arroparse en un españolismo que suena a ficticio, resulta claramente artificial en su persona , y de ponerse al frente del "comando del gasto" tirando de chequera no terminan de convencer ,sin embargo, a unos ciudadanos ante quienes ha acreditado en los últimos tres años que es un político poco de fiar y de creer. Su compromiso de no gobernar si no consigue un voto mas que el PP está condenado a una obligada "cuarentena" y Rajoy debería ser el primero en no creérselo salvo que lo repita todos los días hasta el instante previo a la apertura de las urnas.

Antonio Jiménez.