Actualizado 29/06/2007 02:00

Antonio Jiménez.- La risa tonta de Antich

MADRID 29 Jun. (OTR/PRESS) -

Ultimamente no para de reír. A Francesc Antich le ha entrado la risa floja o la risa tonta quizás por la forma en que le ha birlado a Jaume Matas la cartera del gobierno de Baleares en los despachos y no en las urnas. Al secretario general de los socialistas baleares le ha dado por reír sin parar con un cierto desdén, tras el "mangazo" político que ha dado con la inestimable ayuda de la "princesa" mallorquina, esa especialista en llevárselo "calentito" en términos de poder e influencia, elección tras elección, a pesar de tener menos apoyo popular que el presidente de una comunidad de vecinos. De eso le ha entrado la risa floja a Antich; de su pacto con una señora a la que muy sutilmente se le sugirió lo inconveniente de "casarse" con Matas, salvo que no tuviera la menor inquietud en que algunos sabuesos husmearan el rastro urbanístico y de los "bussines" de Unión Mallorquina. Desde entonces a Antich no hay quien le haga una foto en la que no esté sonriendo a mandíbula batiente, incluso hasta cuando sus socios del Bloc, esa amalgama de siglas en las que convergen eco-socialistas, independentistas y comunistas para darle sentido al gazpacho político de las islas, hacen gala de sus reivindicaciones soberanistas.

Cuatro diputados de la pintoresca coalición que junto al PSOE gobernará las islas han dejado patente que no renunciarán al derecho de autodeterminación de las Baleares y Antich además de reírse dice que está muy tranquilo con sus socios y que no le preocupa. Es sabido que los socialistas han acreditado en Cataluña y Galicia , ya veremos que pasa en Navarra, y ahora también en Baleares que nada les importa, ni la inestabilidad institucional ni las tensiones territoriales derivadas de sus acuerdos con las fuerzas que pretenden dinamitar la España constitucional, con tal de hacerse con el poder; el poder como sea es su único objetivo. Solo así puede entenderse que el PSOE se alíe también en las Baleares con unos partidos que reclaman la independencia de las islas sin antes haberlo comunicado a los electores socialistas. Cabe preguntarse cuantos de los que han apoyado al PSOE de Antich en las elecciones del 27-M suscriben su pacto de gobierno con unos socios cuya tarjeta de presentación en el Parlamento balear llevaba impreso el derecho de autodeterminación. Me temo que los habitantes de las islas, mayoritariamente burlados por el pacto del gazpacho, están condenados a sufrir otra legislatura de infausto recuerdo como aquella que posibilitó, cuatro años después, la mayoría absoluta del PP, ahora perdida, entre otros motivos, por la imperdonable torpeza de Jaume Matas al equivocarse con el fichaje de una "catalana" como la Janer, cuya máxima contribución a la campaña popular consistió en insultar al partido que la acogió en sus listas y a sus votantes.

Antonio Jiménez.

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