MADRID 4 May. (OTR/PRESS) -
Sebastián y Simancas, los candidatos socialistas al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid, respectivamente, son los omnipresentes y activos siameses electorales del PSOE que lo mismo arrean a Ruiz Gallardón a quien responsabilizan de que unos cientos de radicales organizados siembren con nocturnidad y alevosía el caos y la violencia en Madrid, que le roban la foto del Metro de la Terminal 4 a Esperanza Aguirre. Todo les vale con tal de hacerse notar y no pasar inadvertidos. Tienen un problema: les pierde su afán por "pillar cacho mediático" y sobre todo su locuacidad electoralista.
Así puede entenderse que Miguel Sebastián acuse al alcalde de Madrid de ser "plenamente responsable" de los graves sucesos del 2 de Mayo, en vez de solidarizarse con los policías nacionales y municipales que sufrieron la ira de los organizados vándalos y, sobre todo, con los vecinos que padecen las inconveniencia y la inseguridad de los "botellones". La policía se limitó al cumplimiento de la ley y actuó para impedir, como bien sabe la compañera del señor Sebastián en el ministerio de Sanidad, Elena Salgado, que se beba en la vía publica porque así lo prohíbe la ley. A Sebastián ¿qué? el desmedido afán por arañar algún titular de prensa le ofusca las entendederas. Algo parecido suele ocurrirle también a su alma gemela electoral Rafael Simancas, más ducho en cuitas políticas pero desde luego no más taimado ni avisado, cuando justifica a los únicos responsables de la batalla campal de Malasaña y critica al Ayuntamiento y a la Comunidad de no ofrecer a esos jóvenes instalaciones vacías y alternativas de ocio, como "cine forum o encuentros de internautas". O Simancas es una lumbrera, que no lo parece, o guiado por un afán electoralista y algo mezquino se deja llevar por el candor y confunde a los violentos y combativos jóvenes que lanzaron botellas, piedras y sillas contra la policía, quemaron el mobiliario urbano y algunos vehículos, con unos inocentes "boy scouts".
La doble "s" socialista por Madrid promete todavía más de una jornada de gloria electoral mientras llega la cita con las urnas del día 27. La visita de la ministra de Fomento a la T4 de Barajas, flanqueada por Sebastián y Simancas, un día antes de que Esperanza Aguirre y Ruiz Gallardón inauguraran la estación y la línea de Metro que une Madrid con la gran terminal del aeropuerto, en un intento por apuntarse el tanto de una infraestructura financiada por la Comunidad, ha sido el último capítulo por el momento de un serial plagado de situaciones grotescas y ridículas. Magdalena Álvarez quiso regalarles una foto electoral a las "SS" y no tuvo reparo alguno en robarla de unos predios cuyas obras no quiso costear su ministerio. Y para eso hay que tener "jeta" de hormigón que es la que le sobró a ella y a sus animosos acompañantes de partido.
Antonio Jiménez.