Actualizado 28/04/2007 02:00

Antonio Pérez Henares.- A ETA ni mentarla

MADRID 28 Abr. (OTR/PRESS) -

En la campaña de las municipales Zapatero no quiere ni oír hablar de ETA. Ni de ETA, ni de lucha antiterrorista, ni de Batasuna ni de Otegi, ni de "proceso" ni de nada. Ni mentarlos. Quien lo haga es un facha, un mendaz, un desleal, un ultra , un indecente. Es muy lógico ZP: no quiere ni oír hablar de su fracaso. Se pone la venda antes que la herida y pretende amordazar, so pretexto de no se sabe que patriótica responsabilidad, a la oposición, que tiene no sólo el derecho sino el deber de señalar y criticar los errores del poder.

Pero la herida la tiene en carne viva. Es el doloroso y trágico fracaso del loable proyecto esencial de su legislatura: lograr el final terrorista de ETA. Estalló, entre cascotes y sangre, hecho añicos y por mucho que se ha resistido a aceptarlo, incluso tras la bomba de la T-4, su iluminado "Proceso",durante el cual los críticos era satanizados como "enemigos de la Paz"y donde jamás quiso ver con que clase de asesinos se había puesto a jugar al poker, ha tenido que ser liquidado. Pero a ser posible sin que se note, sin reconocer equivocación alguna.

En un esclarecedor artículo publicado el lunes en "El País" por Antonio Elorza bajo el significativo título de "La zorra y las uvas", éste desmonta la pantomima gubernamental de pretender hacernos creer ahora que si la cosa no ha salido ha sido por la firmeza del Presidente. Nada más alejado de ello que la permisividad con el entorno de la banda y el optimismo alucinante y alucinado de quienes no querían ver lo que no les gustaba: impuesto revolucionario, rearme y robo de pistolas, exhibiciones militares en las "campas", recrudecimiento de la kale borroka, provocaciones , chulerías y amenazas en las salas de Justicia. La ultima demostración de aquella enajenación, el propio día en que los terroristas colocaban su mortífera bomba en Barajas, un navideño y exultante presidente nos anunciaba todo tipo de parabienes en su "proceso"

Que se resistió a dar por roto incluso con muertos bajo los escombros. Solo la torpeza del PP, haberle hecho un juicio de intenciones previo, acrecentada aquellos días en actitudes tan incomprensibles como desaforadas, le dio un balón de oxigeno. Que quiso utilizar para resucitar un II Proceso de Paz. Esta vez con Batasuna.

Y comenzó de nuevo el mismo juego. Permisividad con Otegui, el fiscal general convertido en abogado defensor de proetarra, Garzón una madre. Mimos y cataplasmas , facilidades de que dieran el mínimo paso, hicieran un gesto , dijeran una cosita que permitiera derramar sobre ellos todas las mieles y convertirles en los "hombres buenos" en pacíficos demócratas de toda la vida.

Así estaban hasta ayer, hasta estamparse de nuevo contra la realidad, contra los hechos, contra el tio del paraguas y el botones bajo el, contra los comandos a punto de matar, los zulos, las listas reobjetivos, de personas ya en el punto de mira de los asesinos, Batasuna y Eta actuando como lo que son, la misma e idéntica cosa, con los mismo y únicos jefes con su único y simple lenguaje : el del terror y la violencia.

No ha sido Zapatero quien no ha querido ir a por uvas. Ha ido dos veces. Y con mucha zalamería. Y dos veces le han engañado. Parece haberse dado cuenta, o mejor dicho no le ha quedado más remedio que enterarse. Ha tenido, por lo bajinis, sin pronunciar ni una mínima autocrítica, que empezar a rectificar. Pero pretende hacernos creer lo de la zorra , que el no ha ido a por uvas, que es que no estaban maduras. Ya lo creo que ha ido y quería seguir yendo y si ha dejado de saltar ha sido porque no le ha quedado otro remedio. Porque sabe que Batasuna no puede presentarse a las elecciones, porque la sociedad ya no se lo perdonaría. Ni Batasuna en su lista primera y desafiante, ni en la segunda camuflada ni en las agrupaciones de electores puede estar en las instituciones vascas. Porque ni condena ni renuncia a la violencia ni deja de ser otra cosa que un tentáculo de ETA.

Está tan claro, tan diáfano, ha quedado tal evidencia para todos, que hasta el propio ZP ya sabe que ha de tenerlo en cuenta. Pero como hablar de ello es el reconocimiento de su más terrible fracaso, queda prohibido hablar de ello en la campaña. No solo se lo prohíbe a los suyos, sino que pretende ampliar tal prohibición a todos los demás. Lo que quiere en el fondo Zapatero es prohibir a la oposición.

Antonio Pérez Henares.

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