MADRID 11 Ago. (OTR/PRESS) -
Agosto renquea entre galbanas y ventoleras, como los trenes de la Maleni, esa ministra de Fomento que sólo tiene simpático el apodo. Magdalena Álvarez ha decidido demostrar este verano, y eliminada la dura competencia que le hacían la egabrense Calvo y la inhabitable Trujillo, que ella y nadie más que ella es la mas inútil y, además, la más borde del Gobierno. Porque la tía es borde que te pasas.
Agosto renquea y ni se define en calores ni ultima faenas políticas. Lo de Navarra está lejos de haber concluido y lo de hoy solo es aguardo, ante el riesgo de incendio, para ponerse a quemar el rastrojo, que se quemará, no lo duden. Así que Maleni se ha decidido a dar el salto a la fama y asaltar el ranking de incompetentes, que los hay bastantes, pero además el de bocazas y para completar el trio de ases, el de malaleche. Porque los que tan sólo la sufrimos hemos de agradecer el ni conocerla ni tratarla ya que los que tienen tal desdicha, a la que en el colmo de desgracias puede unirse el trabajar a sus órdenes, han de unir a la incompetencia, los malos modos, la soberbia y ese ir de sobrado que tan solo los peores entre los más ignorantes practican.
La señora que no tiene ni la más remota idea de lo que se trae entre manos. Ni en carreteras, ni en energía, ni en trenes, ni en aviones ni en general en nada había salido poco por la simple razón de que no había hecho nada. O menos, pues fue su labor esencial retrasar, paralizar y poner trabas a lo previsto y como postre la inauguración de obras ajenas. Su gran oportunidad ha sido este agosto extraño y aquí la tenemos, lanzada en tromba.
Comparte con la Narbona una presunta habilidad política para cargar sus culpas al primero que pasa y un sectarismo partidista en el que se blinda no sólo de cualquier crítica externa sino también de cualquier movimiento interno, pues ahí la una y la otra tienen más conchas que un galápago y en eso de sobrevivir por los meandros del partido le dan lecciones al Tajo, al Ebro y al Guadalquivir juntos.
Magdalena Álvarez, Maleni de apodo con el que nos la quisieron vender como simpática, va camino de la unanimidad. La ha conseguido entre todos los partidos en Cataluña y esta a punto de lograrla en el conjunto del territorio nacional. Tan sólo esta esperando que surja algún problema para , donde sea y por mínimo que parezca, liarla de titulares.
En este agosto un poco extraño en el que ni acaba de entrar el calor ni se acaba de ir la política, habrá que darle las gracias.
- Antonio Pérez Henares.