MADRID 10 Mar. (OTR/PRESS) -
El 1-M ha descubierto el espejismo. No había agua. Lo que hay es un desierto azotado por tormentas de arena y ni una gota que llevarse a la boca. Pero hasta ahora era como si fuera un oasis. Por lo menos para el presidente, quien aparecía incólume a cualquier desastre, a salvo de todo, incluso de 3,5 millones de parados. Pero una ráfaga de viento, un parpadeo de las urnas han deshecho la ficción, han borrado el espejismo.
El presidente y su Gobierno están en una situación difícil y cada vez van a estarlo mas. Y los hados políticos se están conjugando cada vez más con los infiernos económicos para hacer la situación crecientemente insostenible. El PSOE no tiene mayoría en el Parlamento. Apenas un puñado de votos en realidad. Pero cada vez más caros o hasta imposibles de comprar. CiU está fuera del poder en Cataluña porque ellos la echaron aliándose con ERC. El PNV aún peor con lo de López. El BNG ya no es socio. Coalición Canaria ya juega siempre con el PP. Vamos que quedan ERC, que es cada vez más que no, IU y a lo mejor Nafarroa Bai, que entre todos llenan justo un taxí. Y que encima están cada vez menos por la labor.
El calendario, además se las trae. En junio europeas, donde Pepe Blanco ya no va a tener un Touriño al que cargarle con la culpa de la derrota. En el 2010, diciembre, las catalanas. Y flotando sobre todo una crisis que amen de las pesadumbres mundiales en España se concreta además en una hemorragia de parados que se presume, ahora lo dicen también las Cajas, alcance a final del 2009 no ya los cuatro millones sino que llegue a los 4,5. Hay estudios que señalan para el año 2010 la cifra de 5 millones, o sea un 20% deparo. ¿Hay quien pueda aguantar esa cifra? Muy difícilmente puede tampoco aguantarlo un gobierno y menos que ninguno quizás este. Galicia ha abierto la senda de la derrota para un Zapatero que no la conocía y que de golpe se nos presenta ya no sólo vulnerable sino desnudo y enredado en sus mantras. No está el patio para hacer el tierno ni para vender "progrerias" de salón. Los "spot" que en época de alegrías económicas cautivaban con su música suenan ahora como cosas fútiles y el personal lo que está pensando es no me venga usted con tonterías con la que me está cayendo. El mensaje de "mis universo" no es para tiempos de agobio.
Y este es un tiempo duro que preludia incluso otros peores. El presidente Zapatero va a ir quedando cada vez más al descubierto en sus debilidades como gobernante. Los españoles irán viendo cada vez con mas claridad que para "la cuesta arriba" no nos vale. Incluso puede que hasta alguno, a pesar de la edificación, empiece a verlo en su partido.
Aunque para ello será necesaria todavía, al menos otra derrota electoral. De esas que parecían tan solo ayer imposibles y con un PP camino del desguace. Pero eso fue antes de que el arcángel se rompiera un ala en Galicia. Hasta ahora parecía que nada, ni siquiera la crisis y el paro, iban con él. Que ninguna culpa en ello tenía. Ni siquiera de haber negado la evidencia. Pero ya no vale. La cola del paro ya le señala directamente con el dedo. Y no. No llega al 2012. Porque quien si llega al 12 es la crisis. Esa "desaceleración suave" que nos tiene metido el resuello en el cuerpo y que convertida en recesión y en depresión económica y colectiva no sabe nadie ni como salir ni que hacer contra ella. Y los que menos idea parecen tener de que hacer son el propio Gobierno, el cansado señor Solbes y el presidente Zapatero.