MADRID 12 Oct. (OTR/PRESS) -
Lo vengo diciendo desde hace tiempo y parece que al final se confirma. El FMI va a habilitar una línea de crédito para salvar a España del posible contagio que la quiebra de Grecia pueda causarle. Todo se está preparando para la cumbre que celebrará en los próximos días el G-20. Las dificultades de financiación de nuestro país son bastante alarmantes, aunque en los últimos días hallamos observado que la prima de riesgo se ha relajado algo. Gobiernos, empresas y familias están absolutamente ahogados y la economía muy próxima a una nueva recesión. Ni el turismo ni las exportaciones van a salvar, desgraciadamente, a la economía española del estancamiento. Se necesita primero confianza y eso es de esperar que venga tras el 20N, pero también se necesita financiación.
Se han tardado dos años en reaccionar a la crisis griega, a encontrar un camino para cerrarla y para evitar el contagio que supondría para las economías más débiles. Vamos a ver si en las próximas reuniones, después de las que ya se han producido entre Merkel y los organismos internacionales y entre la canciller y Sarkozy, son capaces los líderes del mundo occidental de encontrar las vías para devolver confianza a los inversores y a los ciudadanos en que esto tiene solución. También está por ver cómo resuelven la necesaria recapitalización de los bancos europeos y logran que el dinero fluya.
España está en una encrucijada que se llama paro y pesimismo. Pasará tiempo hasta que las reformas se pongan en marcha y causen su benéfico efecto. Mientras, claro, hay que confiar en que el PP gane las elecciones, proporcione oxígeno y haga lo adecuado en el menor tiempo posible. Pero, lógicamente, hace falta que la economía mundial también tire del carro y que vuelva la inversión y, sobre todo, el empleo. El paro es nuestra mayor lacra y se combate con medidas estructurales, con financiación para las inversiones, con crecimiento económico. Sólo cabe esperar que ahora sí, los líderes mundiales se pongan las pilas y hagan su trabajo de líderes.