Actualizado 13/07/2011 14:00

Carmen Tomás.- Nos despeñamos.

MADRID, 13 Jul. (OTR/PRESS) -

Qué hace Zapatero que no convoca ya un gabinete de crisis en el que esté también sentado el que probablemente vaya a ser el próximo presidente del Gobierno de España. Hoy, emergencia nacional es ya un término que se queda corto. Hemos pasado la línea roja, esa que los expertos y la experiencia con otros países situaba en 300 puntos la prima de riesgo, la diferencia que tenemos que pagar por nuestro bono a 10 años en comparación con lo que exigen a Alemania por el mismo tipo de deuda.

El descalabro de la bolsa y la subida imparable de la prima de riesgo nos está costando muchos millones de euros. De hecho, ya hemos malgastado, apenas un año después, el esfuerzo realizado por pensionistas y funcionarios. No digamos lo que supone en términos de empleo. Ya cifró no hace mucho el presidente del BBVA lo que suponía en puestos de trabajo cada subida de nuestro diferencial de deuda.

Y, en estas se presenta Rubalcaba, el salvador del PSOE, a contarnos que él sabe qué hacer, pero que no nos lo piensa decir. Y lo que esboza se parece más a las recetas casposas y rancias de la izquierda más trasnochada que a lo que este país necesita en este momento y lo que nos piden desde Europa para seguir arropando un país que se está despeñando. Zapatero se empeña en seguir, aunque su imagen esté ya más cerca del patetismo que de otra cosa. La irresponsabilidad e insensibilidad que está demostrando no tiene límites ni lo hemos visto en otro lugar, sí quizás en otros regímenes. Es hora de que alguien, de fuera o de dentro, le diga a este hombre que cada día que pasa en La Moncloa es malo para España y sus ciudadanos; que se ha convertido en un auténtico cáncer. Que alguien le diga, por dios, que sólo le queda irse y que los ciudadanos se pronuncien sobre quién y cómo quiere que les guíe en los próximos años.