Carmen Tomás.- Desde el parqué.- Un buen abril.

MADRID 1 May. (OTR/PRESS) -

La bolsa española ha tenido un buen comportamiento en abril a pesar de todas las cosas que han pasado. Los inversores han preferido fijarse en los resultados de las grandes empresas aquí y al otro lado del Atlántico y no tanto en los malos datos de la economía española, sobre todo el del paro, la inflación y el consumo. Al final, el IBEX ha avanzado un 2,9 por ciento, muy cerca ya de los ansiados 11.000 puntos. Este comportamiento contrasta con las dudas que se han extendido sobre el rescate a Portugal, la reestructuración de la deuda griega, el precio del petróleo y la caída del dólar.

Esta semana ha habido reunión de la Reserva Federal y como estaba previsto los tipos de interés en USA no se modificaron y seguirán en los niveles actuales al menos hasta después del verano. El dólar no ha parado de caer, en abril casi un 5 por ciento frente al euro que se sitúa en los 1,484. En consecuencia, el oro y la plata y otras materias primas están en máximos. A pesar de todo, la prima de riesgo de la deuda española se ha moderado y roza ahora los 200 puntos, después de haber llegado a los 230 puntos en plenas emisiones de deuda pública, por la que ha habido que pagar intereses muy altos.

Pero, no hay que bajar la guardia. Los datos de la EPA del primer trimestre del año no por esperados han sido menos dramáticos. España roza los cinco millones de parados. 3.000 personas perdieron su empleo cada día de enero, febrero y marzo. Y a pesar de que el Gobierno ha asegurado por boca de su portavoz Alfredo Pérez Rubalcaba que los próximos meses se romperá la tendencia, parece muy arriesgado este pronóstico, ya que nada en el horizonte hace pensar en un cambio. No se hacen las reformas. La laboral, por ejemplo, ha sufrido nuevos atrasos y la del sistema financiero no acaba de ver la luz. Además, estamos en plena campaña electoral y tanto el Gobierno como el PSOE están a lo que están: a intentar parar el golpe que según las encuestas van a sufrir el 22 de mayo. Esto es sin duda lo peor que nos puede pasar, que no pase nada, porque la economía necesita medidas y confianza.