Carmen Tomás.- Desde el parqué.- Semana color de hormiga.

MADRID 28 Nov. (OTR/PRESS) -

Los mercados han vivido otra semana de desazón. De hecho, el IBEX cerró su peor semana desde mayo con una caída acumulada del 7,5 por ciento. Los bancos, sobre todo los dos grandes llenitos de deuda pública, se vinieron abajo. Pero no sólo eso. Todo lo que tuviera que ver con la marca España se desplomaba. La prima de riesgo de nuestro bono en relación al alemán se disparó hasta los 260, nivel nunca visto, y a pesar del anuncio del plan de rescate y ajuste de irlanda también los seguros contra el riesgo de impago se iban hasta los 310 puntos.

Nadie puede creer que el Gobierno se lo esté tomando con tanta pachorra. Unos y otros se han dedicado a decir que no hace falta más, que ya lo fundamental está todo hecho y que la culpa es del PP que agita a los especuladores. A parte de la tontada, parece que Zapatero en su fábula cree que puede esperar. En las últimas horas, los analistas de Citi han asegurado que antes de final de año Portugal puede ser rescatado y que después vendrá España. Algo menos duros han sido los de S&P. Piensan que los datos de España no son equiparables a los de Irlanda, algo que nadie dijo nunca. The Economist pone el futuro de la moneda única en manos de Zapatero. Veremos que da de si la reunión del presidente con los empresarios del IBEX. Pero, los mercados ya no quieren ni reuniones, ni comisiones, ni palabras. Los inversores quieren reformas. Lo dijo muy claro el comisario Joaquín Almunia y la que se armó, pero es la verdad y lo mismo que había dicho el PP. Hacer es lo único que calmaría a los mercados y eso en definitiva no es otra cosa que más recortes, más ajuste y eso Zapatero no se lo va a contar a los ciudadanos antes de las elecciones de mayo. Otra cosa es que se lo hagan y entonces veremos cómo queda Zapatero y si se ve obligado a convocar elecciones. Incluso veremos quién es el cartel del PSOE.

En fin, que los mercados están revueltos. Va a ser complicado que se tranquilicen con un gobierno que no parece dispuesto a coger el toro por los cuernos, sino a echar culpas aquí y allá. Se van a necesitar grandes dosis de paciencia y no echar los pies por alto. Un dato: Botín ha comprado miles de acciones de Santander. Puede ser una referencia.