MADRID, 22 Nov. (OTR/PRESS) -
1. Victoria arrolladora, aplastante, sin paliativos, del PP. Una diferencia de casi cuatro millones de votos respecto al PSOE que se traduce en 76 diputados mas, 186-110, para los populares que para los socialistas -el mejor resultado de su historia para los primeros, el peor para los segundos- justifican estos calificativos y muchos mas que se podrían añadir.
2. Los mismos adjetivos empleados para definir la victoria del PP se pueden aplicar al resultado cosechado por el PSOE. El menor número de diputados obtenidos desde la transición democrática. Esto obliga a los socialistas a una catarsis profunda si no quieren pasarse muchos años en la oposición. Una catarsis que no puede limitarse sólo a un cambio de personas -el problema no puede circunscribirse al candidato Rubalcaba- sino a la renovación ideológica de un partido al que Zapatero deja literalmente hecho unos zorros.
3. Es muy grave y preocupante el resultado electoral en el País Vasco. Por varios motivos. En primer lugar, porque la franquicia de ETA en estas elecciones -Amaiur- sea la primera fuerza política en número de escaños, seis, seguida del PNV, con cinco. Es decir, el proyecto político de ETA, la ruptura con España, va avanzando y los partidarios de la independencia del País Vasco suman once escaños de un total de dieciocho. En segundo lugar, porque los dos grandes partidos nacionales, el PSE y el PP, no resisten y obtienen entre los dos sólo siete escaños en la Comunidad Autónoma Vasca, lo cual es un preludio de lo que va a pasar en las próximas elecciones autonómicas, donde Amaiur puede llegar al poder y gobernar en Ajuria-Enea.
4. Urge, por higiene democrática, una reforma de la ley electoral. No es de recibo que UPyD con 1.140.000 votos sólo tenga cinco diputados y vea peligrar el poder tener grupo parlamentario propio en el Congreso al no llegar al 5% de los votos y, sin embargo, CIU con cien mil votos menos tenga 16 escaños y si pueda tener grupo. Lo mismo que de UPyD se puede decir de Izquierda Unida que con 1.680.000 votos en toda España sólo va a tener once escaños.
5. La tarea que tiene el nuevo Presidente del Gobierno por delante es inmensa. Su discurso en la noche electoral haciendo un llamamiento al esfuerzo de todos y con todos, está muy bien, aunque se verá en muy poco tiempo quien está dispuesto a ayudar y quien no. Rajoy tiene que hacer un gobierno con personas muy capaces y muy competentes, es decir, con los mejores, olvidándose de los compromisos internos que pueda tener. Y deberá prepararse también para una ofensiva nacionalista de primera magnitud que le vendrá primero desde el País Vasco y después o simultáneamente desde Cataluña. Pero tanto para la crisis como la ofensiva nacionalista, los españoles le han dado una clara mayoría absoluta. Ahora le toca utilizarla correctamente.
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