Consuelo Sánchez-Vicente.- Una estrategia sorprendente

MADRID 29 Oct. (OTR/PRESS) -

El líder del PP, Mariano Rajoy, presume, en mi opinión con razón, de ser un hombre de principios y convicciones firmes, y de su amor a España. Sobre estos pilares se ha asentado su tarea de oposición en los dos grandes asuntos de la Legislatura, la territorialidad y ETA, y pretende asentar el "consenso de todos y para todos" para recuperar "el consenso y la concordia" de la Transición que se ofreció a liderar el pasado sábado en Valencia si gana las próximas elecciones. Su sorprendente llamamiento "a quienes votaron a la izquierda en el pasado" para atraerlos a "la causa de España", también es fruto, en mi opinión, de esas convicciones, pero, electoralmente, me parece un arma de doble filo. Es decir: no se si los votantes del PP, que tanto han 'sufrido' esta Legislatura por defender su visión de España, van a entender como un premio a su fidelidad o como un 'desprecio' que, en un acto que al fin y al cabo era de 'autoafirmación', su líder admita abiertamente que la victoria, en realidad, no depende de ellos.

A estas alturas del 'empate técnico' que les auguran las encuestas yo creo que es un secreto a voces que el PSOE y el PP necesitan 'pescar' en las aguas del otro para a ganar las elecciones de marzo. En privado, esto es algo que admiten hace meses ambos partidos. Pero, ¡en privado! Atraer -o al menos no disuadir- al voto más templado del PP es lo que persigue, de hecho, la muy reciente 'españolización' que han experimentado el discurso del PSOE y del propio Zapatero; pero, 'de tapadillo'. Y que a menos de cinco meses de las próximas elecciones el líder del PP admita abiertamente que la victoria 'de la derecha' depende, en realidad, 'de la izquierda' (en otras palabras: que ellos, por sí mismos, no pueden ganar), podría, en mi opinión, 'desanimar' a la derecha, y 'movilizar' a la izquierda.

Sumar las voluntades de "quienes creemos que la igualdad entre los españoles no puede ser doblegada" es, según Rajoy, el objetivo del "nuevo consenso entre todos y para todos" que se ha ofrecido a 'liderar' si gana las próximas elecciones, para "poner cordura en esta subasta de soberanismo". Pero, aunque es verdad que muchos votantes 'de izquierdas' comparten la inquietud de 'la derecha' ante la escalada de los nacionalismos, el voto en España es muy fijo. Los votantes del PP son cada vez más del PP, y los del PSOE cada vez más del PSOE. Que ganará el que consiga movilizar más a los suyos es algo que dan por cierto los dos. Y no sé yo si entrar en campaña situando con tanta claridad la 'victoria' en manos del adversario, como me parece que ha hecho Rajoy, es la mejor forma de animar a los 'tuyos' a que se partan, electoralmente hablando, la cara por 'sus' siglas.

Consuelo Sánchez-Vicente