Actualizado 06/05/2010 14:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- Mejor imposible.

MADRID 6 May. (OTR/PRESS) -

La entrevista no ha conseguido tranquilizar a los mercados, una vez que los tiburones cobran su presa no hay quien se la arranque de la boca hasta que sacian su hambre, y así obran también los especuladores, cuando un rumor, aunque sea 'de locos' como dice Zapatero, hace fortuna en internet, lo vampirizan hasta el último euro. Los mercados financieros tienen más que ver con los juegos de casino que con los de la política. Desde el punto de vista político, sin embargo, yo creo que a estas alturas Zapatero y Rajoy no podían hacer más de lo que han hecho para intentar transmitir imagen de unidad como país y serenar en lo posible los ánimos. Es lo que tiene llegar tarde a las fiestas, que la gente o se ha ido o está 'piripi'.

Impostar el gesto, aparentando complicidades o simpatías que hasta el gato sabe que los dos grandes líderes del país no se tienen, habría resultado totalmente increíble, aun más increíble de lo que a muchos pueda resultarles que ayer el jefe del gobierno y el líder de la oposición se sonriesen educadamente en vez de 'ladrarse' como acostumbran hacer en las sesiones de control del Congreso. Sobreactuar aparentando una amistad mutua que todos sabemos que es inexistente habría sido una farsa insultante, tanto más absurda cuanto que es de sobra conocido que el desencuentro entre ambos en lo personal y en lo político es ya tan profundo que hasta el Rey, que suele pensarse siete veces cada intervención en política, ya instando tres veces a los dos públicamente a dejarse de niñadas y sumar voluntades.

Hace unos meses el magro resultado de ayer debería haber sido calificado de decepcionante. Lo que llevamos visto, sin embargo, la triste realidad de que justo cuando más lo necesitamos nos falta líderes capaces de dialogar, invita a concluir que el resultado de este encuentro ha sido mejor imposible. Los dos acuerdos - reforma de las Cajas de ahorros y del sistema financiero - son áridos de explicar pero importantes para el futuro, como lo fue también el del rescate bancario. Las hostilidades políticas entre Zapatero y Rajoy continuarán y la batalla partidaria seguirá sin cuartel. Pero es posible que no esté todo perdido cara a la salvaguarda del bien común que ansían los ciudadanos de los políticos. Habrá que ver en hechos se concreta (y si se concreta) el encuentro de ayer; pero ver al país literalmente al borde de la cueva de los tiburones yo diría que a Zapatero y a Rajoy les ha impresionado.

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