MADRID 20 Ene. (OTR/PRESS) -
La perplejidad es la sensación dominante tras las agresiones de Murcia, porque no es uno sino seis los cargos del PP agredidos, aunque solo el Consejero de Cultura terminase en el Hospital. Perplejidad por la continuidad en el tiempo durante todo un mes y la virulencia de la violencia 'violencia política' que la ha convertido a su pesar en noticia nacional, pero sobre todo porque desde el ministerio del Interior alguien tan consciente de lo que está en juego como el vicepresidente Rubalcaba haya amparado la peligrosa inacción y afán de ninguneo del Delegado del Gobierno en la Región ante los ataques a las autoridades y cargos públicos del PP, en vez de fulminarle políticamente, que es lo que habría hecho el Rubalcaba que yo conozco (o al menos el que creía conocer) ante la manifiesta muestra de incapacidad para el cargo del máximo responsable de la policía en Murcia.
¿Por qué sigue en el cargo? Seguirá - pronostican amigos que viven allí; y ante mi incredulidad, me explican que es la gran esperanza blanca partidaria del PSOE para intentar sacar del poder al presidente popular Valcárcel, algún día, ya que hoy el PP les saca en las encuestas a los socialistas una barbaridad, 40 puntos. ¿Un hombre que une a su gran miopía como garante del orden público la miseria moral de no llamar siquiera al presidente murciano después de que su hija fuera agredida por dos veces a la puerta de la casa familiar de Valcárcel; este puede ser el 'tapado' del PSOE para Murcia?; pregunto; y me dicen, sí, es que están en cuadro, por eso le protegen.
¡Vaya percal el que se gastan a veces los partidos con sus candidaturas, de taparse la nariz al ir a votar! Luego se extrañan de que la desafección de los ciudadanos hacia la política vaya a más. De los sucesos de Murcia no hay más culpables que los agresores físicos, sean quienes sean (y a ver si los pillan pronto). Ni el PP ni nadie en sus cabales democráticos está tratando de coartar la libertad de protesta del PSOE y los sindicatos contra el gobierno murciano, ¡solo faltaba! No condenar con la mayor contundencia política los hechos y no extremar el celo policial para evitarlos ya que no se hizo para prevenirlos: ese quitarle importancia antes y después, es, para mí, lo que hacen mal el Delegado del Gobierno y el PSOE de Murcia, y el vicepresidente primero del Gobierno. Y si no tienen un candidato mejor, pues lo pintan; pero, las víctimas 'culpables', no, eso no, ministro.