Consuelo Sánchez-Vicente.-¿Si no puedes vencerle...?

MADRID 9 Jul. (OTR/PRESS) -

Parece simplista pensarlo pero podría ocurrir que la oferta de estabilidad que le ha hecho el PNV al lehendakari López tras tres meses seguidos deslegitimándole por pactar con el PP vasco no sea más que una trampa, y responda al viejo y manido proverbio, al parecer inglés, 'si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él'. Es decir, que si no puedes ganar una batalla cara a cara a tu adversario político, una buena forma de sacar provecho y/o minimizar los daños es subirte a su carro aunque sea agarrándote a una rueda. Ya que no has podido conservar el poder, cortejar a quien lo tiene. Y parece, además de manido y simplista, descarado. Muy poco elegante

Entre oferta y deslegitimación no ha mediado solución de continuidad alguna, ni medio elogio por parte de algún dirigente del PNV a una sola de las políticas que está poniendo en marcha el primer gobierno no nacionalista vasco. Solo tarascadas y a veces amenazas muy serias de boicot. De lo más sospechoso, ¿no? Cierto que en política no se puede descartar nada, anda que no llevamos vistas - y estamos viendo - cosas de no creer. También podría ser que el pacto que ofrece el PNV a López fuera sincero y solo buscase el bien común. También en la política a veces hay hadas madrinas que convierten las calabazas en carrozas, pocas pero las hay. Sin embargo, a la espera de que hable el tiempo, siento decir que lo que a mi me parece la oferta del PNV a López es simple tacticismo, una burda táctica, con el doble propósito de romper el acuerdo PSE PPV y arrimarse al sol del nuevo poder; que en la oposición ya se sabe que hace un frío que pela y los peneuvistas llevan tiempo suficiente en la oposición como para haber empezado a notarlo en los huesos

Ojala fuera una caída de caballo como la de san Pablo en vez de un truco, también se lo digo, a todos nos vendría muy bien un PNV centrado y pisando el suelo por el que camina la gente en vez de por las nubes del soberanismo victimista, buscando una solución para cada problema real de la gente en vez de inventándose un problema para cada solución. Ojalá se pudiera contar con ellos contra la crisis y contra el miedo, para ensanchar la libertad de los vascos y para derrotar a ETA. Como el lehendakari López ya ha empezado a decir, lo que hay debajo de las alfombras de las verdaderas cuentas vascas no es la isla de prosperidad inmune al paro y a la crisis que ha venido pintando el PNV sino los mismos problemas que en el resto de España, los mismos malos pronósticos y la misma necesidad de unir fuerzas. Pero, sí, ojalá estuviese yo pecando en esta crónica de desconfiada y la oferta peneuvista a López fuera sincera y desinteresada.