Actualizado 22/05/2009 14:00

Consuelo Sánchez-Vicente.- Trajes más que a la medida.

MADRID 22 May. (OTR/PRESS) -

El empate en eurointenciones de voto del PSOE y del PP en la última encuesta de CIS es casi milimétrico: 23 escaños para cada uno de ellos. Sólo seis décimas de ventaja le sacan los socialistas a los populares, y también en décimas hay que medir la mayor valoración que obtiene entre los electores el candidato del PSOE frente al del PP, un 5,35 para Juan Fernando López Aguilar y un 5,04 para Jaime Mayor Oreja, los dos aprobados. Y esta es la clave para entender el duro video electoral que acaban de lanzarle los socialistas a los populares como si fuera una pedrada, y que las declaraciones que salen de "casa ZP" sean cada vez un poco más maleducadas y desagradables. En el inicio de la campaña del 7-J hasta la cocinadísima encuesta del oficial CIS le otorga al partido del gobierno como mucho un empate, y eso cruzando los dedos, con mucha suerte. El temor a que el descontento de los ciudadanos con la gestión de la crisis cristalice en colleja gratis al gobierno en las urnas europeas es más que real entre los responsables de la campaña del PSOE.

Gratis o no gratis, y por descafeinadas que les parezcan a muchos ciudadanos las elecciones europeas, los partidos políticos en general y muy especialmente los que están gobernando siempre quieren ganar, a veces 'como sea', y por como pintan los primeros movimientos yo diría que el PSOE no piensa resignarse ni a empatar sin dar lo mejor de sí en la batalla; que en el caso de la política partidaria suele ser "lo peor de sí": insultos gruesos, descalificaciones personales injuriosas, acusaciones de código penal, o identificaciones disparatadas, como la que pretende el tal video al tratar de situar en la derecha europea todos los demonios familiares presentes o pasados del continente: el racismo, la xenofobia, la intolerancia, la insolidaridad* la miseria moral en suma.

Si el video encaja en el barrizal en el que se convierte la lucha por el voto, declaraciones como las que ha hecho tras la sentencia del Yak 42 la ministra de Defensa Chacón contra su antecesor Trillo no desentonan. Pero lo peor, para mí, es el tufo insoportable a producto políticamente manipulado que desprenden las acusaciones de la 'sastrería gürtell' contra los feudos populares de votos de Valencia y Madrid. ¿Pueden ser ciertas? Tal vez si, o tal vez no, y si es que si quien la haya hecho que lo pague, ese es terreno de los tribunales. Pero que no han salido a la luz en puertas de esta campaña tan reñida por casualidad a mi no me lo quita nadie de la cabeza. Por concretar: que mi impresión es que están "psoedirigidas". Como tampoco me quita nadie de la cabeza que se puede ser más malo en defensa de los propios intereses, personales y políticos, que el presidente valenciano Francisco Camps; pero más torpe no. Menos capaz políticamente hablando, no. Y estar peor aconsejado, tampoco.

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